Algo va mal
Capítulo 1……………………………………………………………………………………………. 2
Capítulo 2……………………………………………………………………………………………. 5
Capítulo 3……………………………………………………………………………………………. 9
Capítulo 4……………………………………………………………………………………………. 14
Capítulo 5……………………………………………………………………………………………. 16
Capítulo 6……………………………………………………………………………………………. 19
Conclusión…………………………………………………………………………………………… 23
Capítulo 1:“Como vivimos ahora”
Tony Judt, escritor londinense, nació en 1948. Comienza su libro “Algo va mal”, remontándose a la antigua economía clásica. Judt considera que esta economía ayuda al individuo a tomar las decisiones adecuadas con respecto a su interés y beneficio económico.
A nuestro alrededor existe un nivel de riqueza individual sin semejanza desde el siglo XX. El consumo de bienes se haido extendiendo durante la última generación. Es relativamente fácil describir y comprender los privilegios privados, pero no lo es tanto transmitir la miseria pública en la que estamos.
Riqueza privada, miseria pública
La pobreza es una abstracción. Los problemas que acarrea la pobreza son habituales por lo que ya no podemos hablar de lo que está mal, ni solucionar dichos problemas. Por ello,algo falla.
En 2005, el 21.2% de la renta nacional de los Estados Unidos recaía en manos del 1% de la población. En Reino Unido como se puede observar también, la riqueza también está repartida de forma desigual. Hay más niños pobres que en cualquier otro país de la Unión Europea.
Estas desventajas económicas se traducen en una salud mala, las pocas oportunidades escolares y síntomas de depresióncomo la obesidad, el alcoholismo, la ludopatía, etc.
Cuanto más distancia existe entre la clase acomodada y la clase empobrecida más graves son los problemas sociales. Por lo que podemos decir que no importa realmente lo rico que sea el país sino el reparto desigual de riquezas. La desigualdad es corrosiva ya que ésta corrompe a las sociedades.
Sentimientos corruptos
Después de largas décadas de“igualación”, la idea de que las mejoras se pueden mantener un lugar común. Mientras más iguales nos vamos haciendo, más iguales creemos que podemos ser. Pero como se puede observar en Estados Unidos y el Reino Unido, estas desigualdades son condición natural del ser humano.
En los años difíciles aceptamos la redistribución del capital como posible y necesaria ya que en un momento de augeeconómico privilegia a la minoría por lo que se hacen mayores las desventajas. Cito textualmente “Una cosa es convivir con la desigualdad y sus patologías; otra muy distinta es regodearse en ellas”. Pero esto no es algo nuevo, Adam Smith (padre fundador de la economía clásica) en el siglo XVIII observó que “La gran masa de la humanidad está formada por admiradores y adoradores y, lo que me parece másextraordinario, con mucha frecuencia por admiradores y adoradores desinteresados de la riqueza y la grandeza”.
Y estos sentimientos morales nos han corrompido. Reflexionemos la “Ley de Responsabilidad Personal y Oportunidades de trabajo” (1966) cuya finalidad es reducir el número de favorecidos del bienestar. Todo se conseguiría retirando las prestaciones dadas a quien no tuviese un empleoretribuido.
En los Estados Unidos contemporáneos una persona sin empleo ya no es un miembro pleno de la sociedad. En la socialdemocracia en Noruega, la “Ley de Servicios Sociales” (1991) autoriza que las autoridades puedan imponer requisitos laborables a todo aquel que solicite prestaciones de bienestar.
Todo ello nos recuerda a la “Nueva Ley de Pobres” aprobada en Inglaterra en 1834. Esta ley era uninsulto ya que indigentes y desempleados eran obligados a elegir un trabajo cualquier salario, y la humillación del hospicio.
Más adelante esta ley y sus equivalentes se sustituyeron por la asistencia como un derecho de los ciudadanos.
El caso británico es interesante ya que imita las características más malas de Estados Unidos y además es incapaz de abrir el Reino Unido a la movilidad...
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