Antropologia
DE LA ANTROPOLOGÍA EN EL PERÚ2
EN EL CASO PERUANO, LO MEJOR DE LA ANTROPOLOGÍA CONTRIBUYÓ A AMpliar
la foto de familia, a transformar la comunidad imaginada llamada Perú. El país concebido en un principio por sus elites como occidental y criollo, fue cediendo así paso a otro más contradictorio pero también más plural. El aporte central de la antropología en susprimeras décadas (1940-1960) fue contribuir a la articulación nacional -mediante las monografías etnográficas explorando territorios ignotos tanto en el sentido literal y geográfico de la palabra, como también metafórico: incursionando en ámbitos socioculturales y temporales desconocidos.
En esos tiempos, y quién sabe si aún hoy, cuando salían a hacer trabajo de campo en comunidades lejanas, losantropólogos peruanos se sentían y tenían mucho de exploradores en un país donde la exploración había estado principalmente a cargo de extranjeros, mientras los hijos de las elites criollas tendían a comportarse como extranjeros en un país extraño3. Viajeros
y traductores transculturales, en las décadas de 1930-1950 los coleccionistas y estudiosos del
"folklore”, por ejemplo, incorporaban a la culturanacional las manifestaciones de los denominados hoy grupos subalternos.
Viajeros en el tiempo, arqueólogos y etnohistoriadores, por su lado, incorporaron a la historia
nacional los miles de años previos a 1532. Pero comencemos por el principio y avancemos en orden, precisando, ampliando y cuestionando también estas afirmaciones iniciales, tal vez demasiado celebratorias.
Cronistas, exploradores yviajeros.
SI LA ANTROPOLOGÍA SURGE DEL ENCUENTRO CON EL OTRO, ENTONCES LOSprecursores más antiguos de la antropología peruana los encontramos en tiempos de la conquista. Cronistas tratando de hacer inteligible la radical otredad del Tawantinsuyu; frailes doctrineros elaborando los primeros diccionarios de las lenguas quechua y aymara; burócratas visitadores que al entrevistar a los señores de latierra o censar a sus súbditos para convertirlos en tributarios acumulaban material etnográfico sobre flamantes "subalternos” (Brading, 1991, capítulos II-IV y VII; Pagden,1988).
En sus sugerentes reflexiones sobre la antropología mexicana, Lomnitz (1999: 83) subraya que: "la tensión entre el mundo de lo conocido y la seducción de experiencias exóticas que no pueden ser narradas, es el contextooriginario de nuestras antropologías” (véase también Lomnitz,2001a). Pero esta traducción intercultural entraña peligros. Los evangelizadores, por ejemplo, se encontraban tensionados por el peligro de la "corrupción” de los signos o de la moral. ¿En qué medida estaban traduciendo adecuadamente las categorías cristianas? ¿Hasta qué punto la traducción no significaba el primer paso hacia lareafirmación de la cultura nativa y la perversión de la doctrina cristiana? Además, "el proceso de aprendizaje implica, necesariamente, someterse a una lógica ajena aunque sea de manera provisional” (Lomnitz, 1999: 81-82). Esta misma mezcla de fascinación y horror la encontramos en Perú en figuras como Francisco de Ávila (1573-1647), jesuita cusqueño extirpador de idolatrías y recopilador al mismo tiempo delas historias de "los dioses y héroes, y la vida de los hombres de Huarochirí en la época prehispánica (...) una especie de Popol Vuh de la antigüedad peruana; una pequeña Biblia regional (...)” (Arguedas, 1966: 9).
No obstante, aquí pronto aparecieron otras voces, otras miradas cruzadas que nos ofrecen relatos contradictorios, ausentes en el recuento de Lomnitz, en el cual "corrupción” parece serun camino de un solo sentido. En el caso peruano, el Inca Garcilaso de la Vega (1616/1960) emplea la misma palabra para referirse a los españoles que: "corrompen (...) casi todos los vocablos que toman del lenguaje de los indios de aquella tierra”, comenzando por el nombre mismo del Perú, y que malinterpretan la 'verdadera' historia de los incas. Pero en lo que se refiere a la acepción moral y...
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