capacidad y desarrollo
La apertura financiera y la participación
extranjera en el sistema bancario
mexicano, 1994-2005
Geneviève Marchini*
Introducción
D
esde los años sesenta las políticas
de liberalización financiera, y en
particular la apertura de la cuenta de capitales de la balanza de pagos,
son el componente más polémico de los
programas de reformas estructurales. Se
esperabansustanciales beneficios económicos que incluían una mejor asignación
de recursos, una mayor diversificación del
riesgo de los inversionistas y la eliminación de las restricciones financieras de las
economías nacionales. Sin embargo, las
primeras experiencias —Corea del Sur a
finales de los años ochenta, Argentina y
Chile en la década siguiente— y los programas de ajuste estructural de “segundageneración”1 aplicados en las economías
en desarrollo desde mediados de los años
ochenta fueron rápidamente seguidos de
“crisis gemelas” en la balanza de pagos y
el sistema bancario.2
* Investigadora del Departamento de Estudios
del Pacífico, cucsh-Universidad de Guadalajara
y miembro del sni.
México no pudo escapar del patrón de
liberalización financiera-crisis gemelas que
indica laliteratura. Bajo el marco de un
programa de estabilización y ajuste estructural patrocinado por el fmi (1988-1992), las
autoridades lanzaron reformas financieras
aceleradas que comprendieron la esfera financiera interna (1988-1992) y la apertura
de la cuenta de capitales (1989-1992). Las
medidas centrales para el sistema bancario
incluyeron la liberalización de las tasas de
interés, laeliminación del crédito selectivo,
el regreso a un esquema de bancos múltiples y de grupos financieros, y, finalmente,
la privatización de la banca (1991-1992). Al
mismo tiempo, la apertura de la cuenta de
capitales permitió la inversión extranjera
en los mercados de bonos públicos internos y
en el mercado accionario (1989-1990), autorizó a las empresas mexicanas las emisiones
de títulos en losmercados internacionales
(1989) y facilitó la inversión extranjera directa (ied) —a través del nuevo Reglamento
de Inversión Extranjera de 1989 y de la nueva ley de inversión extranjera de 1993.
Si bien se liberalizó mucho su funcionamiento, el sistema bancario no fue incluido
MÉXICO Y LA CUENCA DEL PACÍFICO
vol. 8, núm. 26 / septiembre – diciembre de 2005
Análisis
entre los primerossectores abiertos a la
ied. En 1994 los lineamientos del Tratado
de Libre Comercio de América del Norte
(tlcan) sólo permitían la participación
minoritaria de la inversión extranjera
en el sistema. Después del fracaso de los
inversionistas locales en establecer un
sistema bancario que cumpliera con las
reglas mínimas de eficiencia y estabilidad
—evidenciado con la crisis bancaria de1994-1995—, las autoridades cambiaron
a fondo su postura porque permitieron la
ampliación —en dos etapas— de la participación extranjera en el capital del sistema
bancario (1995 y 1998).
Esta modificación de la política mexicana hacia la ied en el sector bancario correspondía plenamente a las nuevas recomendaciones emitidas por los organismos
financieros internacionales. La apertura
del sistemabancario a la ied ha sido promovida por estas instituciones después de
las costosas crisis bancarias que sufrieron
numerosas economías emergentes. Se esperaba una serie de beneficios para el sistema
bancario y para la economía en general: en
el corto plazo el primer objetivo era capitalizar mejor al sector que fue debilitado por la
crisis; en el mediano plazo se esperaba que
la mayorparticipación extranjera elevara
la eficiencia de las instituciones a través
de la introducción de nuevas tecnologías y
mejoras en la gestión así como la creación
de un mayor nivel de competencia en el sistema; y finalmente, en un plazo más amplio,
se esperaba que la ied pudiera fortalecer la
calidad de la asignación de recursos realizada por el sistema bancario y volver más
estable el acceso...
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