Coherentismo
Philosophical Studies 30 (1976) 281-312.
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LAURENCE BONJOUR
LA TEORÍA COHERENTISTA DEL CONOCIMIENTO EMPÍRICO
En un artículo escrito para un simposio conmemorativo sobre la filosofía de C. I. Lewis, Roderick Firth señala que a Lewis le gustaba confrontar a susestudiantes de epistemología de Harvard con una elección fundamental entre una teoría fundacionista del conocimiento basada en ‘lo dado’, como la defendida tan hábilmente en el propio libro de Lewis, y “una teoría coherentista como la de Bosanquet”.[1] Como señala Firth, hay muchos puntos de vista filosóficos diferentes que han sido llamados ‘teorías coherentistas’, incluyendo teorías de la verdad ydel significado; pero lo que Lewis parecía haber tenido primordialmente en mente es una teoría coherentista de la justificación epistémica: el punto de vista de que el respaldo o la autoridad epistémica de los enunciados empíricos deriva enteramente de la coherencia, de ninguna manera de algún tipo de ‘fundamento’.[2] Como la versión fuerte del fundacionismo de Lewis está por ahora en todas partesen decadencia, parece apropiado examinar la alternativa bosanquetiana.
El propósito de este artículo es explorar, y tentativamente defender, un enfoque de tipo bosanquetiano, al cual llamaré “teoría coherentista del conocimiento empírico” (CTEK por sus siglas en inglés). Como se discute aquí, la CTEK no debe ser identificada con ningún punto de vista histórico específico, aun cuando tieneafinidades obvias con alguno. Más bien intenta ser una reconstrucción idealizada de una teoría relativamente pura de la coherencia, una que evita todas las versiones del fundacionismo.[3]
Puntos de vista como el de la CTEK, aunque a menudo se han empleado como espantajos dialécticos, rara vez han sido tratados como alternativas epistemológicas serias, ya que han sido pensados como sujetos aobvias e insuperables objeciones. Por tanto, el primer paso esencial en la defensa de tal punto de vista es ofrecer un bosquejo total de su forma y su razón, y mostrar sobre esta base que esas supuestas objeciones fatales pueden ser contestadas. Tal defensa preliminar de la CTEK, dirigida a establecer su viabilidad epistemológica, es el objetivo de este artículo.
I
El principal parte aguasque divide a la CTEK de los enfoques epistemológicos rivales es un problema ya familiar, al que llamaré “el problema del regreso”. Este problema surge directamente de la condición de justificación de la explicación tradicional del conocimiento como una creencia verdadera adecuadamente justificada.[4] La manera más obvia en la cual las creencias se justifican es la justificación inferencial. En suforma más explícita la justificación inferencial consiste en ofrecer un argumento a partir de una o más de otras creencias como premisas para llegar como conclusión a la creencia justificandum.[5] Pero, obviamente, una condición necesaria para tal justificación inferencial es que las creencias a las que se apela como premisas estén, de algún modo, ellas mismas justificadas; que una creencia se sigade creencias injustificadas no le provee justificación alguna. Ahora bien, las creencias-premisa también pueden estar justificadas inferencialmente, pero tal justificación sólo introduciría otras creencias-premisa que tendrían que estar justificadas de alguna manera, lo que por consiguiente parece conducirnos a un regreso infinito vicioso de justificación epistémica. La justificación de unacreencia requerirá la justificación lógica antecedente de otra u otras creencias, que asimismo requerirán la justificación lógica antecedente de otras creencias adicionales, etc. El resultado, al parecer inevitable en la medida en que toda justificación es inferencial en carácter, será que la justificación nunca podrá siquiera comenzar y, por tanto, que ninguna creencia podría estar jamás genuinamente...
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