Cultura en Dubai
Siete estrellas
A 280 metros de la costa (para que no tape el sol en la playa) y por supuesto sobre una isla artificial, el hotel Burj Al Arab parece la vela gigante de unnavío fastuoso. En realidad, tiene forma de dhow, una embarcación tradicional de la zona. No sólo es el más caro del mundo sino también el más alto y el más lujoso. Es tan pero tan increíble que noalcanzaba con sólo ponerle cinco estrellas. Le pusieron siete. Y las razones de la exageración pueden encontrarse en las paredes de sus habitaciones, recubiertas por láminas de oro. En sus baños sólo puedenencontrarse productos de Bulgari. Tiene 200 habitaciones que se distribuyen en una mole de más de 300 metros de altura. Las suites más chicas tienen 170 metros cuadrados, granitos de Brasil, mármolesitalianos, alfombras orientales.
Una sola noche en alguna de ellas puede costar tranquilamente 7 mil dólares.
El lujo empieza a cristalizarse apenas se aterriza en el aeropuerto, desde donde parteun exclusivo helicóptero que lleva a los huéspedes del Burj Al Arab hasta una plataforma que, colgante, pende a 200 metros de altura.
Si alguno de los turistas tiene vértigo, puede optar por unRolls Royce. El servicio, a la medida del hotel, no es gratuito; por aire o tierra, el transporte hay que pagarlo aparte. En el hall, más opulencia. Los ascensores suben y bajan en medio deparedes/acuarios con peces acostumbrados a ver el desplazamiento de millonarios árabes, estrellas del cine o de la música. La suite real, de 780 metros cuadrados, tiene 27 líneas telefónicas, camas giratorias, cineprivado y un decorado que imita un palacio de cuento.
Islas artificiales
Este megaemprendimiento se inauguró en la década del 90 y marcó el inicio de una etapa monumental en Dubai, la de construiredificaciones únicas y llamativas. En la agenda del emirato figuran el comienzo de obra de dos islas artificiales, la Jebel Ali y la Jumeirah, cuyas siluetas podrán verse desde el espacio. Cada una...
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