decimo
La expulsión de Yugoslavia efectivamente contribuyó a aislar a ese país de las comunidad internacional de Estados socialistas y de sus eventuales asociaciones posteriores, como el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) y el Pacto de Varsovia. Luego de haberse tomado dicha medida, Tito naturalmente criticó y condenó a quienes apoyaron esa resolución, a los que despectivamentecomenzó a denominar «cominformistas»[cita requerida]. Varios de ellos fueron enviados a un campo de trabajos forzados de Golo otok, similar aunque menos riguroso que un gulag estalinista.[cita requerida]
Entre 1948 y 1952 la Unión Soviética alentó a algunos de sus aliados a que se rearmasen, en particular Hungría, ya que ésta eran vista como una fuerza primordial ante un hipotética guerra contra larebelde y heterodoxamente comunista Yugoslavia. Respecto a ello, el sucesor de Iósif Stalin, Nikita Jrushchov, más tarde comentaría que «Tito era el siguiente en la lista de Stalin, después de la guerra de Corea».
Los otros estados socialista de Europa Oriental seguidamente tuvieron (o sufrieron) purgas de supuestos y eventuales individuos titoístas en sus propias filas.[cita requerida]. Conel paso de los años, titoísmo pasaría a identificar la posición de aquellos países que, sin renunciar al marxismo, pretendiesen llevar una senda socialista nacional, diferente a la de la propia Unión Soviética. Mientras que esos fue relativamente permitido y tolerado por los soviéticos durante los años inmediatamente posteriores a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, la peligrosafractura hizo que la URSS alentase decididamente a los otros países detrás de la Cortina de Hierro a que tomasen duras medidas para evitar que el «revisionismo» o el «desviacionismo» titoísta se difundiese a otras naciones del Bloque del Este.
Luego de la muerte de Stalin el 5 de marzo de 1953 se produjo un período de paulatina desestalinización dentro de la Unión Soviética, que culminó con lalectura del célebrediscurso secreto pronunciado por Nikita Jrushchov del 25 de febrero de 1956. En ese nuevo ambiente, la URSS y Yugoslavia hicieron las paces y restablecieron sus relaciones diplomáticas y comerciales, ésta última fue readmitida dentro de la «fraternidad» o «hermandad» de Estados socialistas. Sin embargo, los varios años de desconfianza mutua habían causado su daño, por lo que lasrelaciones entre ambos países nunca pudieron ser completamente restablecidas. Aún dentro del campo socialista, Yugoslavia continuaría con su curso de acción independiente dentro de la política internacional, apostando a la neutralidad en el enfrentamiento ideológico global entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Por lo tanto, el Ejército Popular Yugoslavo (JNA) mantenía dos planes dedefensa diferenciados, uno contra un hipotético ataque de los países englobados en la alianza militar occidental de la OTAN y el otro concebido para hacer frente a una eventual invasión soviética, disimulada o no a través de los otros miembros del Pacto de Varsovia. Además Tito aprovechó su alejamiento de la URSS para obtener ayuda estadounidense por medio del Plan Marshall, así como paraincorporarse decididamente de lleno en elMovimiento de Países No Alineados, de los que la Federación yugoslava llegaría a ser una fuerza bastante importante y una voz escuchada.
El evento no solo fue significativo no sólo para Yugoslavia y Tito, sino también para el socialismo marxista como un todo, ya que se trató de la primera gran fractura dentro del hasta entonces aparentemente monolítico Bloqueoriental. Años más tarde, a principios de la década de 1960, se produciría la más importante o trascendental fractura dentro del mundo comunista, con el cisma ideológico chino-soviético (el cual sería posteriormente aprovechado por la estrategia geopolítica de los Estados Unidos durante la Guerra Fría, como en el caso del «juego a dos puntas» del presidente Richard Nixon, al visitar casi...
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