derechos humanos
La Declaración Universal de Derechos Humanos recoge en su artículo 23 que “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condicionesequitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”.
Sin embargo, la situación laboral de millones de personas en todo el mundo dista mucho de ajustarse a lo apuntado en esteartículo. La búsqueda de un trabajo que reúna esas “condiciones equitativas y satisfactorias” está en el origen de la mayor parte de los flujos migratorios del planeta. Se trata de un fenómeno imparable, ala vista de las dificultades en que se encuentra una gran cantidad de países empobrecidos, cuya población aspira a ganarse la vida con su esfuerzo allí donde hay más oportunidades de trabajo.
Muchasveces estas personas que consiguen llegar a los países ricos se ven obligadas a soportar unas condiciones laborales que están lejos de las que habían imaginado, pero que aceptan por necesidad y porqueen comparación con su situación anterior suponen una mejora en sus ingresos. Pero ello no debe ocultar la precariedad, la insuficiente retribución y en numerosas ocasiones el claro abuso que padecenestas personas.
De todos modos, y salvando las distancias, el mercado de trabajo de los países ricos no está exento de problemas para nadie. En las últimas décadas la creciente flexibilidad y elabaratamiento de los costes laborales han venido acompañados de una clara precarización del empleo, que perjudica en especial a la juventud y a las mujeres, además de a las personas inmigrantes. Lasmujeres siguen percibiendo en muchos sectores menos salario por idéntico trabajo, cuentan con una tasa de paro proporcionalmente mucho más alta y acceden con dificultad a puestos directivos y deresponsabilidad.
La juventud está abocada en numerosas ocasiones a asumir periodos de prácticas con una bajísima remuneración (en ocasiones ninguna), contratos temporales que se suceden sin fin y sueldos...
Regístrate para leer el documento completo.