Deseo Y Razon En Aristoteles 1
Jaume Mascaró Pons
"μη επιθυμει αδυνατα" ("No quieras imposibles"), Quilón, 16
(Diels-Kranz, 10, 3)1
La recomendación de Quilón, lacedemonio y quinto de los míticos siete sabios de Grecia, según el
catálogo de Diógenes Laercio, no nos parece ociosa ni la ponemos como encabezamiento de nuestra
exposición por mor de ornato erudito ni como recurso retóricoconvencional. Como esperamos mostrar, los
dos términos principales que aparecen en la frase επιθυμει ('epithymei') y αδυνατον ('adynaton') se
refieren a conceptos fundamentales del pensamiento griego sobre el deseo, la afectividad, el apetito y sus
objetos, su sentido, su dinámica, en definitiva, su "potencia", por jugar con una de las versiones que va a
tener, en otro contexto, la δυναμις ('dynamis'), quecomparte el mismo territorio semántico que lo posible
(δυνατον, 'dynaton') en la filosofía de Aristóteles.
Prescindiendo, por el momento, de distinciones entre afecto, sentimiento, emoción o pasión, que
aparecen en los inicios de la "psicología", a finales del siglo XVIII, pretendemos mostrar que en la
culminación de la filosofía clásica griega, y en especial en Aristóteles, se inaugura un modo deconcebir las
relaciones entre afectividad y racionalidad, que sigue siendo referencia necesaria para los más reciente
debates sobre el tema.
Irving Thalberg (1977) resume en un par de preguntas las preocupaciones actuales sobre la relación
de la emoción con la razón:
1. ¿La emoción está relacionada causalmente o lógicamente con sus objetos?
2. Cuando nuestras emociones se basan en creenciasfalsas, ¿son falsas?
La simple enunciación de tales preguntas hace resonar en nosotros los viejos temas de debate en la
Academia platónica, tal como nos los presenta Platón en algunos de sus diálogos, especialmente en el Filebo.
Pero podríamos también referirnos a la posición contemporánea de Agnes Heller, quien, recordando a
Wittgenstein cuando dice que "las emociones se expresan en pensamientos...unpensamiento me suscita
emociones", afirma que "no hay sentimientos humanos sin conceptualización". 2
Entre el planteamiento platónico, por poner un punto de partida explícito, y las citas anteriores,
situadas en la penúltima década, podríamos tender el hilo en el que ensartar afirmaciones contrapuestas, con
el común denominador de la relación entre afectividad y racionalidad. Al "nihil volitum,quin praecognitum",
podríamos oponer el primado de la voluntad del escotismo; al racionalismo cartesiano-spnoziano, que
mantiene que toda pasión conocida deja de ser pasión para convertirse en acción, podría, quizá, oponérsele el
famoso "slave passage" de Hume: "La razón es, y sólo debe ser, esclava de las pasiones, y no puede
pretender otro oficio que el de servirlas y obedecerlas."3
1
DiógenesLaercio, Vida de los más ilustres filósofos griegos,
Ed. Orbis, p. 42 (trad. de José Ortiz Sainz)
2
Agnes Heller, Teoría de los sentimientos, Editorial Fontamara, Barcelona:1980, p.
38. La cita de Wittgenstein pertenece a Zettel, edición de Anscombe y Wright, Oxford,
1967, p. 88.
3
D. Hume, Tratado de la naturaleza humana, Libro II, parte III, sección III, 415,
pag. 617. (edición de Félix Duque,Editora Nacional, Madrid:1977). Este texto ha sido
objeto de muchas interpretaciones, pero su fundamento filosófico estriba en la
afirmación anterior del mismo Hume sobre el carácter "inerte" de la razón, entendida
como puro ámbito de representaciones, por lo que "la razón no puede ser nunca motivo
de una acción de la voluntad" y, por tanto, "la razón no puede oponerse nunca a la
pasión en loconcerniente a la dirección de la voluntad". (op. Cit. Pág. 614-615).
2
Recitar tal retahíla corresponde a nuestra tarea profesional de "dictores", de decidores del pensar de
los filósofos Pero no queremos en este texto rehacer tal recorrido, sino detenernos en el umbral mismo de la
reflexión sobre el tema, centrándonos en la descripción de los términos con los que el pensamiento griego
clásico...
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