Desigualdad social en el acceso a la salud
RESUMEN
La pobreza y la mala salud son fenómenos interrelacionados. Los países
pobres tienden a presentar peores resultados sanitarios que los más pudientes,
y dentro de cada país las personas pobres tienen más problemas de salud que
las acomodadas. Esta asociación refleja una relación de causalidad que
funciona en los dos sentidos: la pobreza genera mala salud, y la mala salud hace que los pobres sigan siendo pobres. En este artículo se examinan las
pruebas disponibles respecto a las desigualdades sanitarias entre las personas
pobres y las que no lo son, así como respecto a las repercusiones que en
forma de empobrecimiento y desigualdad de ingresos pueden tener los gastos
en atención de salud. Se hace una exposición sucinta de los actuales conocimientos sobre las causas de las desigualdades y sobre la eficacia de las
políticas destinadas a combatirlas, y se señala que es demasiado poco lo que
se sabe acerca de los efectos de esas políticas, pese a las abundantes técnicas
de medición disponibles y a los muchos datos obtenidos sobre la magnitud y
las causas de las desigualdades.
Palabras clave pobreza, estado de salud, ingresos, accesibilidad a los servicios de salud,
organización del financiamiento, justicia social.
La pobreza y la mala salud están interrelacionadas. Los países pobres tienden a
presentar peores resultados sanitarios que los más pudientes y, dentro de cada
país, las personas pobres tienen más problemas de salud que las acomodadas. La
asociación entre la pobreza y la mala salud refleja una relación de causalidad
bidireccional. La enfermedad ola fecundidad excesivamente alta pueden tener un
considerable efecto en los ingresos familiares (1, 2) y marcar incluso la diferencia
entre estar por encima o por debajo de la línea de pobreza (3). Además, la mala
salud se asocia frecuentemente a considerables costos de atención sanitaria (4).
Pero la pobreza y los bajos ingresos también son causa de mala salud (5). Los
países pobres y las personaspobres sufren múltiples privaciones que se expresan
en altos niveles de mala salud (6, 7). De este modo, las personas pobres se ven
atrapadas en un círculo vicioso: la pobreza engendra mala salud y la mala salud
mantiene la pobreza (
figura 1
).
Varias de las principales organizaciones internacionales y donantes bilaterales
tienen ahora como objetivo primario mejorar los resultados de salud delos pobres
del mundo (8-10). Esto refleja una tendencia creciente de esas organizaciones a
definir sus objetivos en términos de reducción de la pobreza (11, 12) y la
interpretación cada vez más amplia que se está haciendo del término "pobreza" (6,
13). Sin embargo, también refleja un consenso creciente de que las desigualdades
entre los ricos y los pobres con respecto a los resultados sanitariosson injustas
(14), no porque los pobres sean de algún modo más merecedores que los que
tienen más dinero, sino porque estas desigualdades corresponden obviamente a las
limitaciones y oportunidades muy diferentes que tienen unos y otros, y no a una
tendencia de los dos grupos a hacer elecciones diferentes (15-20). Los efectos
perjudiciales de la mala salud sobre el nivel de vida familiar tambiénestán siendo
considerados cada vez más como una cuestión de justicia social, posiblemente
como reflejo del punto de vista de que las pérdidas de ingresos y los pagos de la
atención sanitaria asociados a la mala salud son simplemente la consecuencia,
involuntaria, de "choques" sanitarios no deseados (21). Esto distingue a los gastos
sanitarios de la mayor parte de las demás partidas de los presupuestosfamiliares y
conduce naturalmente a la idea de que la carga financiera de dichos choques
debería ser soportada por la comunidad en su conjunto, en vez de permitir que
tenga una repercusión negativa sobre la desigualdad de ingresos y la pobreza. En
varios países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE) (22), y otros (23), parece haber una...
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