Documento3origen de la vida en la tierra
La historia de la vida no indica necesariamente progreso. Ni es predecible. Los organismos han evolucionado a través de una serie de episodios contingentes y fortuitos
Por STEPHEN JAY GOULD
La selección natural es una teoría tan poderosa cuan simple, que ha resistido el análisis implacable y la comprobación tenaz a que se ha visto sometida durante los 135años transcurridos desde su formulación. En esencia, sitúa el mecanismo del cambio evolutivo en una «lucha» entre los organismos por el éxito reproductivo, lo que conduce a una mejor adaptación de las poblaciones a un entorno que se transforma. (Entre las tácticas para el éxito reproductor se incluyen el apareamiento temprano y más frecuente o una mejor cooperación de los progenitores en lacrianza.) La selección natural, por tanto, es un principio de adaptación local, no de progreso general.
Pero la selección natural no es la única causa del cambio evolutivo; en numerosas ocasiones puede quedar ensombrecida por otras fuerzas. Una aplicación taimada de la teoría evolutiva da por sentado que puede encontrarse una explicación biológica sobre el valor adaptativo de cualquier carácter en suambiente original. El propio Darwin insistió en la naturaleza multifactorial del cambio evolutivo y alertó frente a una confianza exclusiva en la selección natural. «Estoy convencido, decía, de que la selección natural ha sido el medio de modificación más importante, aunque no el único.»
La selección natural no basta para explicar el cambio evolutivo. Por dos razones principales. Primera, existenotras muchas causas poderosas, sobre todo en el dominio de la organización biológica, más acá y más allá del tradicional enfoque darwiniano centrado en los organismos y en sus luchas por el éxito reproductivo. En el nivel más bajo de sustitución de pares de bases de ADN, el cambio suele ser neutro, y por ende aleatorio. En niveles superiores, de especies o faunas enteras, el equilibrio puntuado ointermitente produce tendencias evolutivas mediante la selección de especies de acuerdo con su tasa de formación y extinción; al tiempo que las extinciones en masa barren partes sustanciales de las biotas por motivos que no guardan relación con las luchas adaptativas en las épocas «normales» interpuestas entre dos de esos episodios aniquiladores.
Vayamos con la segunda razón principal, núcleo deeste artículo. Por adecuada que sea nuestra teoría general del cambio evolutivo, seguimos esperando poder documentar y comprender la senda real recorrida por la historia de la vida. Sin duda, la teoría sirve para explicar ese camino y puede incluso predecir aspectos generales del modelo geológico de la vida. Pero la senda real en cuanto tal no está en absoluto determinada por nuestra teoría generalde la evolución. Este punto fundamental de la complejidad del mundo no suele entenderse bien. Porque las redes y las cadenas de acontecimientos históricos son intrincadas, se hallan impregnadas de elementos aleatorios y caóticos y se muestran irrepetibles (abarcan multitud de objetos únicos que interactúan de forma exclusiva) es por lo que los modelos clásicos de predicción y replicación no puedenaplicarse aquí.
La historia es de hechos acontecidos y su interpretación adquiere sentido si las pruebas son pertinentes. Pero no puede predecirse de antemano. Pierre-Simon Laplace, reflejando el determinismo del siglo XVIII, afirmaba que podría especificar todos los estados futuros si conociera la posición y el movimiento de todas las partículas del cosmos en un momento dado; pero la naturalezade la complejidad universal hace añicos esa quimera. La historia incluye demasiado caos, o una dependencia extremadamente sensible de diferencias minúsculas e inconmensurables en las condiciones iniciales, lo que conduce a resultados divergentes sobre la base de disparidades mínimas en el origen. Y la historia comprende también excesiva contingencia: los resultados actuales se deben a largas...
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