El fin de Pareto
Chris Anderson
En 1998 un escalador británico llamado Joe Simpson escribió un libro llamado “Touching the Void” (“Tocando el vacío”), una historia sobre situaciones cercanas a la muerte en los Andes Peruanos. Tuvo buenas críticas, pero un éxito muy modesto. Muy pronto fue olvidada. Más adelante, una década más tarde, ocurrió algo extraño. Jon Krakauerescribió “Into Thin Air” (“Con poco aire”), otro libro sobre tragedias de escaladores, que se convirtió en un éxito. De repente “Touching the Void” empezó a venderse de nuevo.
La editorial “Random House” se dio prisa en sacar una nueva edición para poder cubrir la demanda. Las librerías empezaron a promocionar el libro cerca de los expositores de “Into Thin Air” y las ventas siguieron creciendo.Una edición revisada de tapa blanda que vio la luz en Enero, estuvo 14 semanas en la lista de los libros más vendidos del New York Times. Ese mismo mes, IFC Films lanzó un documental dramatizado sobre la historia que fue aclamado por la crítica. Actualmente “Touching The Void” supera en ventas a “Into Thin Air” en una proporción de 2:1.
¿Que ocurrió?
Resumiendo, podemos decir que fuerondeterminantes las recomendaciones de Amazon. Los programas de la librería online identificaron los patrones de compra de sus usuarios y empezaron a sugerir que lectores a los que les gustó “Into Thin Air” también les gustaría “Touching The Void”. La gente hizo caso de la recomendación, estuvieron de acuerdo y escribieron largos comentarios. Mas ventas, mas recomendaciones generadas por el algoritmo yla retroalimentación positiva hizo el resto.
Es particularmente destacable que cuando el libro de Krakauer llegó a las librerías, el de Simpson estaba ya casi agotado. Unos años antes, los lectores de Krakauer nunca hubiesen oído hablar del libro de Simpson y en caso de haber sido así nunca lo hubieran encontrado. Amazon ha cambiado esto. Amazon creó el fenómeno “Touching The Void” combinandolas infinitas estanterías virtuales con información a tiempo real sobre tendencias en las compras y opinión pública. El resultado fue una demanda creciente para un libro casi marginal.
Este fenómeno no es solamente característico de librerías online, sino que es un ejemplo de una nueva tendencia económica para las industrias de medios, prensa y entretenimiento.
La capacidad ilimitada deseleccionar y elegir está revelando lo que el consumidor quiere y como lo quiere, de servicio en servicio, desde DVDs en Netflix hasta videos musicales en Yahoo! o escuchando canciones en iTunes o Rhapsody. La gente rastrea profundamente en los catálogos, repasando las largas listas de títulos disponibles, muchísimo más completos que las de cualquier tienda de Blockbuster, Tower Records o Barnes&Noble.Y cuanto más encuentran más les gusta. A medida que los consumidores se van alejando más y más del camino marcado por la mayoría, van descubriendo que sus gustos no son tan comunes como pensaban (o como habían sido inducidos a pensar gracias a las campañas de marketing, la ausencia de alternativas y un cultura basada en las modas).
Un análisis de las ventas y de las tendencias de estosservicios y otros similares demuestra que la emergente economía del entretenimiento digital va a ser radicalmente diferente a los mercados de masa actuales. Si la industria del entretenimiento del siglo 20 estuvo basada en las listas de éxitos, el siglo 21 incluirá también aquellas producciones que según los cánones actuales se consideran fracasos en ventas.
Hemos estado sufriendo por demasiado tiempola tiranía del denominador-común del menor coste en la forma de insulsos éxitos veraniegos o música pop prefabricada. ¿Porque? Razones económicas. Muchas de nuestras hipótesis sobre el gusto popular son en realidad fruto de un pobre proceso de intentar cuadra oferta y demanda, una respuesta del mercado a una distribución ineficiente.
En primer lugar existe la necesidad de encontrar audiencias...
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