El maestro y la lectura 1 Felipe Garrido A principios de 1972, la doctora María del Carmen Millán me invitó a formar parte del pequeñísimo equipo que publicaba, semana a semana, la colección Sep Setentas. Desde entonces hasta la fecha, he tomado parte en algunas empresas editoriales de la Secretaría de Educación Pública. Estas incluyen, además de Sep Setentas, la revista Siete, las coleccionesSeplnah, Sep Documentos y Sep Ochentas, la primera Serie de Lecturas Mexicanas, la Colección Letra y Color y algunos libros sueltos como los seis tomos de El mundo antiguo, de José Luis Martínez y, en 1993, el libro de Historia de México para cuarto año de primaria, que actualmente está en uso. Hoy en día estoy a cargo de la Unidad de publicaciones educativas de la SEP, que equivale a decir de losRincones de lectura o los Libros del rincón: el único programa que tiene la SEP dedicado exclusivamente a la formación de lectores. No a la enseñanza de la lectura y la escritura, sino, lo repito porque es diferente y esencial, a la formación de lectores. Ahora me pregunto si todo ese trabajo, a lo largo de lo que ya van siendo muchos años, de Sep Setentas a la fecha, ha tenido alguna utilidad paraformar lectores. Me temo que no. Mejor dicho, estoy seguro de que no. Dejando a un lado los Rincones de lectura, a los cuales volveré después, todas esas colecciones no pretendieron formar lectores, sino apoyar al público lector y eso, por supuesto, también es importante. Sostener a quienes ya leen, contribuir a su crecimiento como lectores, completar la labor de las editoriales privadas, ampliarla oferta de libros, mantenerlos en precios bajos es una necesidad tan apremiante como formar nuevos lectores. Si no se atiende, se corre el peligro de perder, en un abrir y cerrar de ojos, todo lo que, después de muchos años de esfuerzo, se cree ganado. Hay que atender a los lectores que ya se tiene, y hay que recordar que existe una amplia gama, con necesidades diferentes: lectores primerizos,lectores formados, lectores expertos. "Nadie debería quedar desatendido. 2
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Jornadas sobre el trabajo editorial de la Secretaría de educación pública, Salón Miguel Hidalgo, SEP, México, 23 de noviembre de 1996.
Aunque pueden no tener una alta rentabilidad comercial, hay lectores y autores minoritarios que sería suicida descuidar. En los años recientes han sido atendidos, de manerasobresaliente, por la Dirección general de publicaciones de Conaculta.
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Volvamos al punto de partida: la edición y la distribución de libros, por ellas mismas, no son suficientes para formar lectores, aunque la población esté alfabetizada. Aquí se equivocó Vasconcelos y han vuelto a tropezar otros proyectos, porque no es fácil aprender esta lección. Lo habitual es que los lectores crean que lasventajas de la lectura y los libros pueden ser comprendidas y aprovechadas ipso Jacto por quienes no son lectores, pero la experiencia demuestra que no es así. Una vez que se cuenta con libros, alguien tiene que acercarnos a ellos. Formar lectores que sean capaces de comunicarse y expresarse por escrito es una tarea adicional a la enseñanza de la lectura y la escritura. La alfabetización y ladisponibilidad de los libros son indispensables, pero creer que bastan es un error tan grave que explica el fracaso de nuestras escuelas para formar lectores. Nuestro sistema educativo ha probado ser eficaz para enseñar a leer y escribir. Lo prueba la forma sostenida en que, durante el último medio siglo, México ha logrado abatir los índices de analfabetismo, pese a su enorme crecimiento demográfico.Hoy puede decirse que la población analfabeta se encuentra allí donde las condiciones de marginación son tan graves que falta todo, incluso la escuela. En la medida en que la educación básica continúe ampliando su cobertura, como lo ha hecho en los últimos años, el analfabetismo irá siendo erradicado. Sin embargo, con pareja claridad, nuestro sistema educativo ha probado su ineficacia para formar...
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