el marxismo y la educacion y la universidad
EL MARXISMO, LA EDUCACIÓN
Y LA UNIVERSIDAD *
(Conferencia)
La relación entre las luchas revolucionarias y la crítica marxista
de la sociedad es supremamente compleja y alrededor de ella se
ha presentado, desde el comienzo del movimiento obrero de
orientación marxista, un gran número de desavenencias,
problemas, confrontaciones y posiciones, que siguen existiendo
ennuestro tiempo.
El marxismo lleva a cabo una crítica muy radical del orden
capitalista que se refiere, no a una forma determinada de
propiedad, sino a la propiedad como tal, definida por supuesto,
en términos marxistas, como diferentes formas históricas de
derecho al plustrabajo. De la misma manera lleva a cabo una
crítica del Estado, de la división de la sociedad en clases y de
lasdiferentes formas de la división social del trabajo que se
fundan en la explotación. La característica de esta crítica
consiste en que apunta a disolver todas las formas que se
presentan a la conciencia cotidiana bajo la figura de una
objetividad natural y transhistórica, y a mostrar su dependencia
de condiciones históricas.
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Conferencia dictada en la Universidad del Valle en 1975. Circulóprofusamente en mimeo con el nombre "El Marxismo y la Universidad" (N.
del E.)).
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Es evidente que las luchas concretas del proletariado y de
otros sectores revolucionarios, no pueden plantearse como
metas la disolución de las formas históricas que la teoría
marxista critica sino como una meta a largo plazo. En las
luchas actuales los marxistas se encuentran siempre frente a
combatesintermedios, en los cuales es necesario defender
instituciones, formas de vida, posibilidades, sobre las que no se
hacen tampoco ilusiones porque saben que combatirán en un
periodo posterior. Muy frecuentemente la historia ha obligado
a las organizaciones marxistas a luchar por algunos objetivos
comunes al lado de clases y grupos sociales que no son revolucionarios. Tal es el caso, por ejemplo,cuando se ven obligados
a elegir entre términos que no aceptan completamente, pero
que tampoco pueden considerar equivalentes, como democracia burguesa y fascismo. Allí donde sus compañeros de lucha
ven entonces la meta final del combate, los marxistas ven sólo
un momento, que es importante sobre todo porque facilitará el
desarrollo de nuevos combates más profundos.
Esa situación conducemuchas veces a considerar que
resulta inoportuno, o prematuro, desde el punto de vista del
combate actual, la crítica de aquellas formas que todavía no
pueden ser puestas en cuestión prácticamente, y cuya abolición
no es por ahora el objetivo de la lucha. Se trata de un fenómeno
estrictamente objetivo, no propiamente de un problema subjetivo o de un error particular de un grupo determinado. Laactitud ante esta situación es muy variable, pero se trata de un
hecho con el cual objetivamente nos encontramos. Ningún
marxista, por ejemplo, plantearía una lucha por la abolición
inmediata del Estado, puesto que a eso lo llamaríamos directamente anarquismo; o una lucha por la abolición de una forma
profundamente criticada por Marx por sus consecuenciasy sus
efectos sociales y humanos, comoes la forma dinero (o más
generalmente de la forma mercancía), cuya abolición, sin
embargo, en la práctica, sólo puede ser resultado de un largo
proceso histórico.
Sin embargo, del hecho de que un cambio determinado no
resulte ser en la práctica una meta actual de un movimiento
revolucionario en un país capitalista no se deduce que la crítica
se constituya entonces en un fenómenoanacrónico, una actividad teórica prematura, ya que deberíamos dedicarnos sólo a la
crítica de lo que aquí y ahora podemos efectivamente combatir
y cuya abolición no es aquí y ahora una utopía. Con ese
criterio, naturalmente, no se habría llegado a cabo nunca la
crítica teórica en la que se basa el pensamiento de Marx.
Muchos marxistas han mostrado que ciertas exigencias de
llevar a la práctica la...
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