FALLO DE LA HAYA
Ingeniería industrial
Fallo De La Haya
Perdida Del Mar
Elker Buitrago
Tercer Semestre
Jorge Eduardo Waltero Torres
07 de mayo del 2013 Bogotá D.C
FALLO DE LA HAYA
Este es un fallo con sabor agridulce para Colombia pero con tufo de triunfo para Nicaragua”. La frase fue pronunciadaeste lunes por uno de los tantos observadores de la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), tras el fallo relacionado con el diferendo entre Colombia y Nicaragua, y que recoge el sentimiento nacional.
La Corte reconoció la soberanía colombiana sobre la totalidad del archipiélago con todos sus cayos e islotes, a la vez que fijó la frontera marítima entre los dos países lo quesignificó para el país centroamericano más del 40% del mar territorial que antes fue nuestro.
Se trata de una decisión que es buena o mala, según el punto de vista con que se le mire, y en la que a juicio de los expertos la CIJ aplicó lo que llaman una ‘estrategia de compensación’, que no es otra cosa que “ninguno de los dos países salga completamente victorioso o completamente derrotado”, según elinternacionalista Enrique Serrano López.
El catedrático dice que la pérdida de mar territorial “estaba presupuestada”, pero que ello no puede generar un “pánico injustificado” pues en su criterio “es más lo ganado que lo perdido”.
¿Y qué ganó Colombia? Varios aspectos de la decisión favorecen nuestros intereses: por fin se definió la frontera marítima, se mantiene la soberanía sobre todo elarchipiélago y se evitó el fraccionamiento de las islas.
Y aunque Colombia perdió una importante proporción de su mar territorial, recuperó una ínfima parte con las 12 millas náuticas para el cayo de Albquerque y para el islote de Quitasueño.
Pudo ser peor
Los analistas aseguran que en medio de todo, el panorama pudo ser peor, pues la Corte bien hubiera podido trazar la frontera en la línea media entrela plataforma continental de ambos países.
“Teníamos los argumentos para que no se dieran todas las pretensiones de Nicaragua. Ganamos una parte del pleito, pero no todo”, explica el catedrático Ricardo Abelló Galvis.
Pero quizás una de las mayores pérdidas con esta decisión tiene que ver con la exploración y explotación de recursos naturales en una de las zonas más ricas en especies marinas yde incalculables yacimientos petrolíferos.
“Esto nos tiene que servir para fijarnos en nuestros verdaderos recursos. Esa región insular nunca ha sido aprovechada adecuadamente. Lo que viene es tener una visión proactiva con América Central y, por qué no, con Nicaragua, para explotar conjuntamente ese potencial”, advierte el ex vicecanciller Diego Cardona.
Estrategia de Estado
La estrategiajurídica de la Nación para este diferendo tampoco puso de acuerdo a los expertos. Algunos, como el ex diplomático Ramiro Zambrano consideran que Colombia “no debió acudir a la CIJ y más bien, debió renunciar a su jurisdicción”.
“Nuestra estrategia jurídica en el largo plazo favoreció la soberanía del archipiélago pero nos llevó a perder un importante espacio marítimo”, sostiene.
En cambio, otrosdocentes de Derecho Internacional advierten que “no es sano” rasgarse las vestiduras por el sentido del fallo, ya que el equipo jurídico colombiano “hizo lo que estuvo a su alcance”.
Carlos Enrique Arévalo, presidente de la Academia Colombiana de derecho Internacional, destaca “la solidez” de la argumentación jurídica colombiana al punto de que “todas las pretensiones de Nicaragua fueron rechazadas”.Y agrega que de no habernos sometido a la jurisdicción de la Corte “hubiéramos prolongado en el tiempo la definición de la frontera marítima con Nicaragua”. En ese sentido, afirma que la estrategia de nuestra Cancillería fue “muy buena, pero la CIJ decidió aplicarle a Colombia el Derecho del Mar (posterior al Tratado Esguerra-Bárcenas)”.
En lo que sí pudo haber pecado más de un experto es...
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