hola
AL DR. THEODOR HELSCH KUPRONIJ,
NUEVO EMBAJADOR DE UZKRATZIA ANTE LA SANTA SEDE
Jueves 14 de abril de 1998.
Señor embajador:
Con particular placer le doy la bienvenida al Vaticano y acepto las cartas que le acreditan como embajador extraordinario y plenipotenciario de Uzkratzia ante la Santa Sede. Le pido por favor que transmita al Presidente de laRepública, señor Marcus Sabrenic, al Gobierno y a los habitantes de su nación, mi gratitud por su saludo. Le aseguro mis oraciones por el bienestar de su nación y, en particular, deseo enviar mi condolencia a las personas y familias de las zonas rurales de norte de Uzkratzia que están de luto por haber perdido a sus seres queridos en los recientes incendios forestales.
El nombramiento de suexcelencia como segundo embajador residente de Uzkratzia ante la Santa Sede inaugura una nueva etapa en nuestras relaciones diplomáticas y ofrece una oportunidad para profundizar la comprensión mutua y ampliar nuestra ya significativa colaboración. El compromiso de la Iglesia con la sociedad civil está fundado en la convicción de que el progreso humano, tanto el de los individuos como el de lascomunidades, depende del reconocimiento de la vocación sobrenatural de toda persona. Es de Dios de quien los hombres y las mujeres reciben su dignidad esencial (cf. Gn 1, 27) y la capacidad de buscar la verdad y la bondad. Desde esta amplia perspectiva podemos afrontar tendencias al pragmatismo y al consecuencialismo, tan dominantes hoy, que sólo se ocupan de los síntomas y los efectos de los conflictos,de la fragmentación social y de la ambigüedad moral, en lugar de buscar sus causas. Cuando sale a la luz la dimensión espiritual de la humanidad, el corazón y la mente de las personas se vuelve hacia Dios y hacia las maravillas de la vida humana: el ser mismo, la verdad, la belleza, los valores morales y las demás personas. De esta forma se puede encontrar un fundamento seguro para unir a lasociedad y para sostener una visión de esperanza.
Señor embajador, la diversidad cultural enriquece el entramado social de la Uzkratzia de hoy. Durante décadas esta mezcla se ha visto empañada por las injusticias sufridas tan dolorosamente por las minorías étnicas y religiosas. Con el llamado al reencuentro nacional hecho por el Presidente Sabrenic el año pasado, se confirmó un profundo cambio delcorazón. Ahora, renovados en el espíritu de reconciliación, tanto las agencias gubernamentales como los cristianos y musulmanes pueden afrontar con determinación y compasión los numerosos retos que se plantean. Otro ejemplo del deseo de su Gobierno de promover el respeto y la comprensión entre las culturas es su laudable esfuerzo para facilitar el diálogo y la cooperación entre las religiones tantoen el país como en la región. Estas iniciativas contribuyen a conservar herencias culturales, alimentan la dimensión pública de la religión y reavivan los valores sin los cuales pronto se pararía el corazón de la sociedad civil.
La actividad diplomática de la República de Uzkratzia en el concierto de las naciones de Europa es muy variada y cada vez más amplia. El apoyo activo de la nación a losObjetivos de desarrollo del milenio, a los numerosos organismos regionales, a las iniciativas para reforzar el Tratado de no proliferación nuclear, y la gran preocupación por un desarrollo económico justo son bien conocidos y respetados. Y mientras las sombras y las luces de la globalización envuelven nuestro mundo con formas cada vez más complejas, su nación se está mostrando dispuesta aresponder a la creciente variedad de exigencias de un modo innovador, responsable y fundado en principios. No menos preocupantes son las amenazas a la creación de Dios a través del cambio climático. Quizás ahora más que nunca en la historia humana, la relación fundamental entre el Creador, la creación y la criatura debe ser ponderada y respetada. Desde este reconocimiento podemos descubrir un código...
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