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Dividido en cuatro grandes partes a las que se le añaden una introducción y un prefacio del entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, finaliza con una conclusión. La introducción y el prefacio tratan de la naturaleza del documento, su alcance, la importancia de laSagrada Escritura para la vida de fe en la Iglesia, las aportaciones de las ciencias actuales a la tarea de la exégesis, los límites y ventajas del método histórico-crítico, el uso de una hermenéutica adecuada, la utilización o no de otros métodos para la Sagrada Escritura, etc… y se presentan como síntesis de lo que posteriormente desarrolla el documento.
La primera parte, más técnica, analizael método histórico-crítico como el más usado por los exegetas, y lo contempla en su historia así como en sus principios fundamentales, las etapas que recorre, (critica textual, análisis lingüístico-semántico, crítica de géneros, crítica de tradiciones, crítica de la redacción), pero también lo evalúa en sus límites, el peligro que corre al circunscribirse demasiado al texto mismo y a lascircunstancias históricas de su producción obviando otras circunstancias posibles.
Existen actualmente otros métodos de análisis literarios usados en exégesis que ofrecen buenos resultados en esta tarea. El documento habla del análisis retórico, porque en la Biblia aparecen este tipo de discursos, sean de corte grecolatino o semítico, donde el discurso persuasivo es proclamado por un orador anteun auditorio. El análisis narrativo, ajustado a los relatos y testimonios abundantes en la Sagrada Escritura, estudia el modo en cómo se cuenta una historia e intenta obtener el alcance actual de un texto escrito en otra época. Por último, el análisis semiótico, basado en las teorías del estructuralismo del lenguaje, aborda el texto como un sistema de relaciones que obedecen a unas reglasdeterminadas.
Todos ellos son utilizados en la actualidad para la exégesis, con sus límites y aportaciones, junto a otros acercamientos, sobre todo de la Tradición, a los que pertenecen el acercamiento canónico, que sitúa cada texto a la luz de del conjunto canónico de las Escrituras, recibidas como norma de fe, o el recurso a la interpretación judía, que ya aparece en la misma Biblia, como porejemplo la traducción de los Setenta. También señala como posible análisis, la historia de los efectos del texto, en la perspectiva de la distancia que toma el texto al ser escrito y leído a lo largo del tiempo y el influjo que suscita como obra literaria con sentido propio.
Las ciencias humanas, como la Sociología o la Antropología cultural también pueden ser muy útiles para el exegeta,porque sitúan al texto en la riqueza medioambiental que lo produjo, analizando detenidamente todos los elementos que intervienen en su elaboración, incluso con acercamientos psicológicos y psicoanalíticos muy próximos a la experiencia religiosa del hombre, que en definitiva, es el motor que lleva a la persona a plasmar por escrito lo que vive, sea individual o comunitariamente.
El documentofinaliza esta primera parte con unos acercamientos a la exégesis ciertamente particulares, pero no tan minoritarios como podríamos esperar. Se trata de la lectura que hace de la Biblia la Teología de la Liberación, orientada a sus necesidades como pueblo oprimido, que subraya la plena vigencia del texto aunque no es demasiado objetiva, y la que hace el movimiento feminista la liberación de la mujer entres vertientes, una radical, otra neo ortodoxa y una lectura crítica, que siempre que no sean muy tendenciosas, pueden aportar ventajas al estudio bíblico. Se advierte finalmente, del peligro que se corre al hacer una lectura literal y fundamentalista de la Biblia que olvida los parámetros de la Encarnación del Hijo de Dios, separando peligrosamente lo divino y lo humano, y por tanto, los...
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