la realidad que es el engranaje de las ideas, cuya justificación está más allá de ellas, en la vida misma. Durante mucho tiempo se consideró que el aprendizaje era sinónimo decambio de conducta, esto, porque dominó una perspectiva conductista y dogmática de la labor educativa; sin embargo, se puede afirmar con certeza que el aprendizaje humano vamás allá de un simple cambio de conducta, conduce a un cambio en el significado de la experiencia. La experiencia humana no solo implica pensamiento, sino también afectividad yúnicamente cuando se consideran en conjunto se capacita al individuo para enriquecer el significado de su experiencia. A esto último es a lo que Enrique Urzaiz llama eldesaprendizaje. Para conseguir este famoso desaprendizaje entran en juego muchos factores externos que dificultan o entorpecen el proceso y que están íntimamente ligados alcomportamiento humano y por ende a las capacidades o limitaciones que este pueda tener: tiempo, cansancio, enfermedades, disposición, medios, etc., son algunos de estos factores que a lalarga son considerados como obstáculos para la adquisición de nuevos conocimientos. Un punto que considero medular en el texto es la relación o la importancia que existe entrela relación alumno-maestro ya que la actuación del profesorado no puede ni debe pensarse hoy día sólo en un aula situada en un espacio físico, entre los muros del aula. Porello, el rol del profesorado debe ir cambiando notablemente, lo que supone y nos dirige hacía una formación mucho más centrada en el diseño de las situaciones y contextos actualesde aprendizaje. Todo esto dentro del marco y la voluntad del estudiantado de llegar con nuevas perspectivas y estar receptivos a estas “nuevas” condiciones del aprendizaje.
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.