La Magia
Pero, ¿qué es en realidad la magia? O, mejor dicho, si profundizamos un poco en este fenómeno, ¿qué reflexiones podríamos obtener sobre su anatomía?
Por razones de tiempo, espacio, energía y otras limitantes retóricas y perceptivas, me auto-eximiré de intentar definir o establecer los fundamentos de la naturaleza mágica. Gracias a esto, aunado a un poco desuerte, este ejercicio podría sacudirse lo pretencioso que puede resultar el intentar hablar sobre magia y en cambio aspirar a inquietar el ombligo metafísico que todos compartimos —ese pulso centralizado que utilizamos como ticket de entrada a los planos de lo etéreo. Una vez aclarado esto último podemos proceder a disfrutar algunas reflexiones en torno a la esencia de lo mágico.
Paracomenzar este apasionante recorrido intentaré ubicar algunos ingredientes infaltables de esta práctica, a partir de lo cual, seguramente en forma caótica, nos desdoblaremos en dirección a la postura de grandes pensadores, algunos de ellos por cierto grandes brujos, y finalmente cerraremos con una conclusión que probablemente será tan emotiva como irracional. En pocas palabras, intentaremos que lahonestidad sea la mayor virtud de este breve ensayo.
Las dos hermanas: intención y voluntad
Me parece que este es el ingrediente primario de la magia. Ya sea que se hable de la manipulación de fuerzas naturales, del encauce consciente de flujos energéticos, o de la cristalización de realidades etéreamente anticipadas, la intención dirigida con claridad hacia un fin particular es un requisitoindispensable para consumar un acto mágico. Sobre esta premisa, pocas afirmaciones más contundentes que el mantra popularizado por el provocativo brujo británico Aleister Crowley, que rezaba: “Love is the Law, Love under Will” (“El Amor es la Ley, el Amor bajo la Voluntad”).
Dentro de un contexto mágico, el cual de algún modo empapa cualquier aspecto de la realidad, la voluntad aparece como elvehículo del pulso primigenio, es decir, que esta facultad actúa como catalizador para cristalizar una intención —lo cual es ya, por sí mismo, un acto de magia. Desde otro estado de ánimo, pero apuntando en la misma dirección, el místico y escritor germano, Johann Wolfgang von Goethe, nos sugería que “la magia consiste en creer en ti mismo, si lo logras, entonces conseguirás que cualquier cosasuceda”. Y aludo a las palabras de Goethe porque considero que entre la intención y la voluntad debe existir un combustible que solo la auto-confianza puede proveer.
El Lenguaje
Si tomamos en cuenta que a través del lenguaje nos convertimos en arquitectos de realidades —pues la estructura de toda realidad es, en esencia, sintáctica—, entonces bien podríamos afirmar que el lenguaje es laprincipal herramienta que tenemos a nuestra disposición para configurar algo. Lo anterior, combinado con una claridad que deriva en una intención, nos reafirma como seres originalmente mágicos. Obviamente no es casualidad que la tradición mágica este plagada de alusiones al lenguaje, desde los diálogos que Swedenborg mantenía con los ángeles o los protocolos angelicales de John Dee, que reflejaban elcódigo mágico de Enoch, hasta la popular invocación “abracadabra” o la metáfora que se refiere al dominio de la alquimia, “conocer el lenguaje de las aves”, constatamos que la espina dorsal de la magia esta conformada por el lenguaje.
Y precisamente esta faceta lingüística es uno de los aspectos citados con mayor frecuencia alrededor de la magia. El poeta francés Charles Baudelaire advertía...
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