la misteriosa caida de una estrella
Traducción de Bernardo Fernández Ardavín
Solamente 14 meses atrás, Richard Colino, 51 años, era muy estimado y próspero. Como director general de la Organización Internacional de Satélites de Telecomunicaciones (INTELSAT), tenía un salario anual cercano a los 250,000 dólares con posibilidad de mayores ingresos. Sus prestaciones ejecutivas incluían uncarro Lincoln Town con chofer, 40,000 dólares anuales para su casa y viajes aéreos sin costo en primera clase a cualquier parte del mundo. Colino, quien es graduado de la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia y Amherst, causó admiración y muchas veces envidia entre sus amigos. “De muchas maneras –dijo un ex socio–, el fue un director general extraordinario.”
Ahora, el mundo de Colino se hadesmoronado. Él se ha declarado en bancarrota, su pasaporte ha sido revocado y su espaciosa casa de cinco habitaciones en Chevy Chase, Md. ha sido vendida al columnista George Will por cerca de 950,000 dólares. Colino fue despedido de INTELSAT, y su antiguo trabajo es desempeñado ahora por Dean Burch, ex presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones. Más aplastado que nunca, Colino encaró aGerhard Gesell, Juez de la Corte de Estados Unidos en Washington la semana pasada, siendo sentenciado a prisión un mínimo de seis años después de haberse defendido de la acusación de defraudar a INTELSAT por 4.8 millones de dólares. En suma, se le ordenó pagar 865,000 dólares en restitución a INTELSAT. “No tengo excusas”, dijo Colino, pálido y encorvado, quien pidió a Gesell “una oportunidad parademostrar que todavía puedo construir una vida productiva y contribuir a la sociedad... Lo que sucedió, fue una aberración, un error”.
En enero de 1984, Colino llegó a ser el primer director general americano de INTELSAT, la cual fue establecida en 1964 para manejar y coordinar las comunicaciones; que ascienden a 1 mil millones de llamadas por año. También ayuda dando facilidades a cadenas deTV para transmitir eventos como los Juegos Olímpicos de 1984 y, el año pasado, la Reunión Cumbre Económica de Tokyo. Los ingresos de INTELSAT en 1986 fueron de 488 millones de dólares.
En 1965, Colino ingresó a COMSAT, afiliada a INTELSAT de EUA. Después de 15 años, llegó a ser el representante de COMSAT ante el grupo directivo de INTELSAT y entonces saltó al más alto escalón de la agenciainternacional. Llegó a la oficina como un crítico y especialmente dentro de la Administración Reagan, acusó a INTELSAT de obstruir el crecimiento de sistemas competitivos de satélites que desviarían a COMSAT. El apoderado de INTELSAT, hombre experto y con suficientes recursos, se movió suavemente para incrementar la flexibilidad de INTELSAT.
Entre otras cosas, Colino llevó a INTELSAT a vendersatélites transponders, que son partes de satélites en órbita que relacionan señales electrónicas, en 13 países, incluyendo Japón y Argentina, los cuáles se usan sólo para comunicaciones domésticas. La idea redujo grandemente los costos en instalación de un sistema nacional de comunicaciones para aquellos países. Bajo la dirección de Colino, los ingresos de INTELSAT crecieron en más de 30 millones dedólares en 1986.
Colino, aparentemente anunció una oportunidad en la construcción del ostentoso edificio de vidrio y acero, de las oficinas centrales de INTELSAT, al noroeste de Washington. Solamente una tercera parte de los 600,000 pies cuadrados de edificio se había construido cuando Colino llegó a director en 1984. Aquella primavera, él sugirió a los 28 miembros del cuerpo directivo de INTELSATque las dos últimas fases de la construcción del edificio fueran consolidadas en una sola fase. Entonces Colino acordó con William Lipscom Co., una firma constructora de Arlington, Va, la promesa de darles el contrato a cambio de recibir 2.4 millones de dólares, para él mismo y algunos socios de dentro y de fuera de INTELSAT. Colino sostuvo a hurtadillas los ofrecimientos y alertó a la firma...
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