la muerte
La muerte en el Infierno: a propósito del Hom‐
bre‐árbol del Jardín de las Delicias del Bosco
Esperanza Aragonés Estella
Universidad de Navarra
A mis hermanos y sobrinos
RESUMEN. En este artículo propongo la identificación de la figura del hombre‐árbol, que ocupa un lugar prota‐
gonista en el Jardín de las de Delicias, con la muerte eterna a la que se llega por el pecado de los hombres representado
ampliamente en todo el espacio infernal. Dichas faltas no responden al modelo de los siete pecados capitales sino que, a
pesar de inscribirse en alguna de estas categorías penales, corresponden a los males dañinos para la sociedad: Iglesia
corrupta, música profana, juego y bebida, que suponen un atentado al orden social imperante. El avance a una concep‐
ción moderna del Infierno se ve en el escaso protagonismo concedido a la figura de Lucifer, arrinconado en una esquina
de su reino, mientras que la muerte eterna ocupa un lugar destacado, final al que se llega por los pecados de los hom‐
bres. Palabras clave: Bosco, Jardín de las Delicias, Hombre‐Árbol, Muerte.
ABSTRACT. In this article I propose identifying the figure of the Tree‐Man, who holds a leading role in the Gar‐
den of Earthly Delights, with Eternal Death, which is where the sins of mankind (widely represented in this infernal
scene) lead. However, although some of the misdemeanours in the scene fit into the model of the seven capital sins,
most of them actually depict wrongdoings that are harmful to society: corrupt clergymen, profane music, gambling and
drinking – all of which are an attack upon ruling social order. The emergence of the modern concept of Hell is reflected
in the secondary role given to the figure of Lucifer, depicted in a corner of his kingdom, whereas eternal death – the
ultimate destination of sinful mankind, holds a predominant role.
Key Words: Hieronymus Bosch, Garden of Earthly Delights, Tree‐Man, Eternal Death.
El tríptico del Jardín de las Delicias del
Museo del Prado1, corresponde a la etapa
■
1
El tríptico fue encargado por Enrique III de Nas‐
sau y fue visto por un viajero italiano en el palacio del
príncipe en 1517, un año después de la muerte del
Bosco. Felipe II compró esta obra junto a otras tablas
del Bosco para su propia meditación: W. S. GIBSON,
“The Garden of Earthly Delights by Hieronymus Bosch: The iconography of the central panel” en Neder‐
lands Kunsthistorisch Jaarboek, 24, (1973), pp. 4‐5. Se
representa en el panel central la entrega de la humani‐
dad al pecado de la lujuria, así como en el tríptico del
Carro de Heno los hombres se corrompen por otro de
los grandes pecados capitales, la avaricia; pecados
de madurez del genial artista flamenco,
Jerónimo Bosco. Se ha supuesto una obra
de hacia 1500, organizada en tres tablas, en
la que la primera representa la creación y el
pecado original, la central el mundo entre‐
gado al pecado de la lujuria, y la tercera el
castigo de esta humanidad pecadora en el
Infierno. Este espacio punitivo presenta en
el centro una figura blanca y casi humana
cuya identificación plantea muchas dudas.
■
estos señalados y condenados en el Infierno desde el
románico.
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Esperanza Aragonés Estella
La configuración híbrida en la que ...
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