Matrimonio En Personas Con Sindrome De Down
Por Diana Cohen Agrest | Para LA NACION
¿Una madre, dos o tres? ¿Un padre o dos? ¿Un padre y una madre? ¿Dos padres? ¿Dos madres? Unas semanas atrás, Flor de la V comentaba en el living más famoso de la TV vernácula que para lograr ser una madre de crianza de sus mellizos había contratado a una donante del óvulo y a una gestante que prestó el vientre. Es notorio quela vedette y su "salida del placard" parental no representen una estridente excepción. Porque silenciosamente, fuera del universo mediático, ya se revolucionó el concepto tradicional de familia con la incorporación de las técnicas de procreación. Y ese cimbronazo fue tan significativo que ya no se habla, como en otros tiempos, de "la familia modelo", sino de los distintos modelos o tipos defamilia.
Mientras la familia tradicional era nuclear, biparental y procreativamente autosuficiente, los nuevos formatos parecen muy distantes de esa estructura única en la que la mayoría de nosotros nos criamos. Esta policromía familiar cuestiona el concepto mismo de filiación según quién lo enuncie y sobre quién se emita el juicio. ¿De qué hablamos cuando hablamos de distintos tipos de familia? ¿Delo genético? ¿De lo vincular? ¿Del género? ¿De lo social?
La socióloga Irène Théry, autora de un informe que ha sentado las bases de la ley francesa que prohíbe la homoparentalidad, rechaza la idea de que una pareja homosexual pueda ser considerada progenitora en el marco de un modelo social o legal: "Si permitimos que las parejas homosexuales puedan adoptar -declaraba en una entrevistapublicada en 1998 por Le Nouvel Observateur - esas niñas/os tendrán dos madres o dos padres, lo que resultará en una negación de la diferencia sexual. Pero la humanidad es sexuada; así es como se reproduce".
En una línea crítica semejante, la filósofa feminista Sylviane Agacinski señalaba que al hacer de la filiación una construcción social, extraña a la sexuación , se olvida el lazo de filiación queune a un niño con sus padres. Si el orden humano, social y simbólico confiere a los individuos una doble filiación, masculina y femenina, continuaba esta autora, "no es por los sentimientos que pueden vincular a los padres entre sí, ni por los deseos que los animan o por el placer que se producen, es en razón de la condición sexuada de la existencia humana". Sin embargo, las tecnologíasreproductivas logran su objetivo, que es hacer nacer en múltiples combinatorias según lo que pide el cliente. Lo que resulte de esas combinatorias no es del ámbito de la tecnología reproductiva sino un desafío para otro ámbito del conocimiento que se interroga qué aparato psíquico genera este "progreso tecnológico": ¿igual, diferente, desconocido?
Oponiéndose a la premisa de que los niños, para crecerbien, necesitan de un padre y una madre, los defensores de la homoparentalidad replican que no es necesario que haya un padre o madre real para que haya en el psiquismo infantil un concepto simbólico de los progenitores. También declaran que, por añadidura, las críticas hacia el borramiento de la diferenciación sexuada no toman en cuenta que las tecnologías reproductivas ya han alterado elsignificado de este "hecho" natural, basándose en la premisa que supone que los dos miembros de la pareja que son el padre y la madre "reales" de un niño o niña están presentes en las familias actuales. Premisa que, a su vez, puede ser puesta en tela de juicio, ya que no es raro que los padres abandonen el hogar para formar otras familias y hasta corten todo lazo con sus hijos.
Estudios de campo sobrecómo estos formatos no tradicionales afectan a los niños en Occidente concluyeron que la calidad de la familia importa más que su composición o la orientación sexual de los padres. No obstante, pese a los vínculos positivos intrafamiliares, se advirtió que los niños criados en familias homoparentales crecen intimidados por la composición de su núcleo familiar porque suelen mostrar una exacerbada...
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