modelo antropologico
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La preocupación por la eficiencia empresarial no es de hoy. En 1878, cien años después del inicio de la revolución industrial,desaparecida la producción doméstica, consolidada la separación entre capital y trabajo, y en trance de superación la vieja figura del propietario-gestor, con la aparición del directivo profesional, el ingeniero estadounidense Frederich Winslow Taylor, uno de los profetas del tiempo moderno, cuya biblia, según se ha dicho, era el cronómetro, da en la industria del acero los primeros pasos de lo que sellamaría la "administración científica". Administración basada en un estilo de dirección autocrático -"un buen obrero hace lo que se le dice, sin contestar"- con total separación entre planificación y ejecución, y cuyo valor cultural clave es la competición. La obsesión de Taylor por el salario basado en la tarea y la prima, pone de manifiesto que este paradigma de organización, que con razónpuede llamarse mecanicista, supone que la motivación de las personas es del género de las que mi colega el Profesor Antonio Pérez López, buen conocedor de las críticas de Abrahám Maslow, de la Universidad de Brandeis, a los modelos economicistas, llamaba, en forma original, motivaciones extrínsecas.
Por motivación extrínseca, Pérez López entiende aquel tipo de fuerza, que empuja a la persona arealizar una acción debido a las recompensas, o castigos, unidos a la ejecución de la acción; debido, en definitiva, a la respuesta que va a provocar dicha acción desde el exterior. Ello quiere decir que, desde el punto de vista de la motivación extrínseca, lo verdaderamente querido por el agente no es la realización de la acción de que se trate, sino las recompensas -en sentido amplio- que la personaespera alcanzar a cambio de la realización de la acción. La ejecución de la acción viene a ser una condición impuesta desde el exterior para que la persona alcance aquello que en el fondo le motiva. La motivación generada a través del pago de incentivos, la atribución de prerrogativas o el status en las organizaciones, etc., suelen pertenecer a este tipo de motivación.
Son evidentes lasdeficiencias de este modelo mecanicista de organización para lograr, no ya la participación de todas las personas en el logro del objetivo empresarial, sino ni siquiera lo que Pérez López denomina atractividad de la organización para que los individuos se adhieran a ella por motivaciones distintas de las extrínsecas; es decir, en virtud de lo que una persona puede hacer allí y no por lo que pueda recibir.Que es, no sólo deseable, sino también posible superar este modelo de organización mecanicista no es menos evidente, ya que, la experiencia nos dice que el dinero -paradigma de las motivaciones extrínsecas- no es un motivador universal; y la gente busca, o puede buscar, otras cosas.
Sin embargo, ni la aparición en 1916 de la "Administration Générale e Industrielle" de Henry Fayol, dando paso alprincipio de especialización, como medio de producir más y mejor con el mismo esfuerzo; ni el modelo burocrático de Max Weber (1864-1920), entendido como la racionalización de las actividades colectivas, la concentración de las unidades de producción y la reglamentación impersonal de las funciones y responsabilidades, dentro de una fuerte disciplina y un estricto control, supusieron otra cosa...
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