Monografia
Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca, EBUC,
Caracas, 2006, pp. 318.
Los estudios compilados en este libro conforman un espacio de
conversación al cual somos convocados a participar en una serie de temas que
nos interpelan con pulso y actualidad ineludibles. Ya en el mismo título Ensayos
sobre filosofíapolítica y cultura se nos advierte el doble horizonte en el que
se despliegan los textos compilados. Por un lado, una discusión que se centra en
los tópicos más relevantes de la escena de la filosofía política de los últimos
años; y por el otro, una serie de sutiles indagaciones en torno a la relación entre
cultura, discurso político y pensamiento ensayístico en Venezuela y Latinoamérica
durante laúltima mitad del siglo XX.
Tal plétora de temas y la reiteración de varios tópicos a lo largo del libro,
pueden entenderse como una suerte de derroche. Y de hecho esto es, si tomamos
en cuenta que se reúnen aquí un grupo de artículos que muestran los derroteros
de un esfuerzo sostenido por más de una década de investigaciones. Pero se
trata de un derroche que, en cualquier caso, nos revela laconcreción de un
pensamiento alrededor del sentido general que no es otro que sopesar los límites
de nuestra propia comprensión del hecho político. Es por ello que durante el
recorrido del texto asistimos a una reiteración que da cuenta una y otra vez de
los decursos argumentativos principales. Una reiteración que no debe entenderse
como una especie de repetición sino como un movimientopendular -para usar la
imagen del mismo Astorga- que trae de vuelta lo relevante bajo un nuevo ángulo.
Astorga inicia el texto señalando el asunto que desde antiguo anima a
toda filosofía política y a la política misma: la pregunta por el sentido y la posibilidad
de seguir pensando filosóficamente la política. Esta inquietud ya había sido
revelada en la discusión entre Platón y Glaucón en Repúblicaal advertir sobre
los peligros de soñar mundos perfectos. O para expresarlo en los términos en
los que lo ha hecho el último Habermas, se trata de indicar el abismo entre la
‘facticidad’ y la ‘validez’ del pensamiento político. No es aventurado decir que
éste es el nervio que subyace al desarrollo de los artículos recogidos en este
volumen y que fusiona los dos horizontes temáticos yaanunciados: el sentido
que puede tener hablar de filosofía política en el seno mismo de la filosofía
(Parte I) y la manera en que ella se adentra en el plano de lo que llamamos
cultura en Latinoamérica (Parte II).
I. La ‘Parte I’ del libro, titulada ‘Ensayos sobre filosofía política’, está dividida
en tres capítulos, en los que se agrupan ocho artículos que revisan el papel y
lugar de lafilosofía política contemporánea (capítulo 1), el problema de la idea
de la solidaridad (capítulo 2) y diversos tópicos de la filosofía hobbesiana a
partir, principalmente, del pensamiento de Norberto Bobbio (capítulo 3).
El primer capítulo abre con uno de los ensayos más destacados, titulado:
«¿Es posible seguir haciendo filosofía política?». Se trata de un artículo que da
amplias señas sobre lasinquietudes abordadas en la totalidad del libro. Se realiza
en él un análisis de la discusión sobre filosofía política contemporánea cuyo
punto de partida es la consideración de que los grandes paradigmas -tanto el
enfoque kantiano como el aristotélico- resultan insuficientes al no lograr resolver
la escisión que existe entre las categorías de poder y libertad (pp. 23-24). Por
otra parte, alorientar la mirada en torno a la situación del pensamiento político
en Latinoamérica, y en especial en Venezuela, se resalta la necesidad de
replantear la discusión de lo que se entiende por modernidad. A juicio de Astorga,
la así llamada ‘modernidad’ ha sido mal interpretada en nuestro contexto, al no
hacerse una distinción entre la relevancia de la discusión europea sobre este
tópico y...
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