Neoliberalismo y estructuralismo
La teoría del desarrollo y los límites del liberalismo económico: 1950-1980
En gran medida, la historia del pensamiento económico es la historia de las vicisitudes del liberalismo económico. Nos referimos aquí a la doctrina de que la vida económica debiera estar lo más libre posible de las restricciones constitucionales, legales yadministrativas, mientras se mantuviera la estabilidad de la sociedad y del mercado. La justificación de esta doctrina fue elaborada por primera vez, muy extensamente, por Adam Smith, quien demostró que, conforme a la libre competencia, la operación del mercado tiende continuamente a producir precios tan bajos como sea compatible con la provisión del producto, al mismo tiempo que se compensa justamenteel esfuerzo gastado en su producción. La libertad de intercambio produce una armonía natural de intereses, los que deben librarse de restricciones para que produzcan para todos la máxima ventaja económica que permitan las circunstancias. De esta manera, de acuerdo con Smith, los mercados de libre operación producen resultados que maximizan los beneficios individuales y sociales. Las luchas pordefinir las condiciones precisas que deberán satisfacerse para alcanzar tales resultados y para explicar, pronosticar y controlar los resultados cuando dichas condiciones no se presenten, han dominado la investigación económica desde entonces.
Por ejemplo, algunas de las partes centrales del análisis neoclásico se refieren a la forma como operarían los mercados si prevaleciera la competenciaperfecta. Sin embargo, gran parte de su poder e influencia deriva de su capacidad para explorar las variaciones de la producción, el empleo y los precios cuando ocurren ciertas imperfecciones del mercado tales como los rendimientos no constantes a escala, las externalidades, la colusión en la toma de decisiones sobre precios o compras, y muchas otras. Incluso en las economías capitalistasdiversificadas, convendrá recordar que cuando hay más de una imperfección en el mercado, permanecerán inciertas las implicaciones de los esfuerzos que se hagan para lograr que el mercado funcione mejor (Lipsey y Lancaster, 1956-1957). Pero aquí es por lo menos intuitivamente plausible que la legislación antimonopólica, las leyes en contra de la contaminación y a favor de las votaciones sindicales promuevan unamayor eficiencia y un mayor bienestar al combatir ciertas formas del monopolio, la externalidad negativa y la práctica restrictiva. Sin embargo, tal resultado es menos seguro cuando las imperfecciones del mercado están más generalizadas. Las leyes contra el monopolio, en los estados muy pequeños o pobres, podrían hacer que nunca se iniciara la producción nacional. Las votaciones presuponen unacceso pleno y justo a la información para poder reflejar correctamente la percepción que tiene la gente de sus propios intereses. Puede pensarse que los cabilderos de la protección ambiental minan perspectivas de industrialización de países como Brasil o Malasia. De igual modo, la legislación del salario mínimo apoyada en la provisión de seguridad social podría ser un instrumento para proteger losintereses de una minoría vulnerable en los estados donde es posible el empleo pleno en el sector formal. Pero en los estados donde ello no es posible, podría ser un instrumento para proteger los intereses de una élite relativamente pequeña, así como para impedir que más personas tuvieran acceso al empleo asalariado. Por tanto, si no reconocemos el contexto y no lo utilizamos en el análisis, seproducirán resultados inesperados.
Estas consideraciones han sido fundamentales para la evolución del paradigma intelectual dominante en la economía de los países en desarrollo durante el periodo 1950-1980. Los principales autores de este subconjunto de la teoría económica han compartido la idea acerca de que las estructuras de la mayoría de los países en desarrollo son significativamente...
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