Primo levi: entre trabajo y amnesia
de Italo Svevo, o la obra del Vate del Vittoriale, Gabriele D’Annunzio. La Segunda Guerra mundial trajo consigo el neorrealismo, tanto en la novela comoen
otras artes, especialmente el cine. Conciencia social, ironía, crítica en tono amargo, humor negro en el margen ambiguo de lo grotesco, se encuentran en la obra de escritores como Pratolini, Flaiano, Brancati y tantos otros. Primo Levi representa un caso singular en el mundo literario italiano reconstruido después de la caída del fascismo. En principio, es parte de esa categoría rara deescritores que tienen formación en ciencias exactas, como Musil y Gadda. Una sección de su obra explora con habilidad y sutileza su experiencia de químico, su mirada observa al mundo con la óptica racional del científico.
Primo Levi ganó notoriedad en 1947 con la publicación en una pequeña editorial de Se questo è un uomo. Reeditada por Einaudi en 1956, la novela-testimonio no ha dejado de conocer eléxito. Levi narra ahí su arresto el 13 de diciembre de 1943 y su reclusión en Fossoli, la violencia y la humillación físicas sufridas durante el posterior viaje a Auschwitz y la vida cotidiana en el campo de exterminio. La progresión de la historia corresponde a las etapas del recorrido: del descubrimiento de un aspecto inimaginable de las relaciones humanas a la progresiva adaptación a un sistemaoperante más allá de lo concebible. El hambre, el frío, los golpes, la amenaza diaria de las “selecciones”: muchos han narrado ese infierno, reclamando venganza. Primo Levi se limita a exponerlo. No hay rastro en su escrito, de deseo de revancha. A la pregunta ¿Usted ha perdonado? responde con un importante texto escrito en 1976 y agregado como apéndice a Se questo è un uomo:
“El odio esbastante ajeno a mi temperamento. Me parece un sentimiento brutal y grosero y , en la medida de lo posible, prefiero que mis pensamientos y mis actos sean inspirados por la razón (...) Debo agregar que el odio es personal, dirigido contra una persona, un rostro; nuestros perseguidores no tenían nombre, no tenían rostro, eran lejanos, invisibles, inaccesibles. Prudentemente, el sistema nazi hacía lascosas de tal manera que los contactos directos entre los amos y los esclavos fueran mínimos.” En la época en que este libro fue escrito, 1946, el nazismo y el fascismo parecían realmente no tener rostro, parecían haber regresado al vacío, que se habían desvanecido como un sueño monstruoso, como los fantasmas que desaparecen al canto del gallo. ¿Cómo hubiera yo podido sentir rencor contra un ejércitode fantasmas, y querer vengarme de ellos?1
No hay sentimiento de venganza en Primo Levi, tampoco originalidad en cuanto al tema: Levi no revela nada del universo de los campos de concentración que no hayan narrado otros, pero ¿por qué este guardián de la memoria, cuyos escuchas no dejan de aumentar, es excepcional? ¿En qué se diferencia su visión de la de los otros? Ese misterio se relaciona con –si se me permite usar este término tan trillado- al estilo. Al leerlo, uno se sorprende por su elegancia, la talla de su espíritu, por una especie de heroísmo que surge de su rechazo de todo lirismo, de toda vehemencia. Redacta Se questo è un uomo con un desapego perfecto. Sus palabras se levantan de las cenizas frías de Auschwitz para decir lo inhumano con palabras humanas. Como símbolo, el...
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