Psicologia Social
Uno de los aspectos en que más se ha insistido es que la marginación se asienta en la cultura propia, cultura materializada en características psicológicas de los marginados y cuya transmisión bloquea las posibilidades de su integración al sistema establecido.
La cultura de la pobreza constituiría la forma principal como un sistema marginante se produce en cuantotal, al asegurar la supervivencia del sector de pobres.
Este planteamiento ha adquirido especial notoriedad con el calificativo de la cultura de la pobreza. Los pobres, o al menos, una buena parte de ellos, formarían un sistema propio, con sus propias normas y valores: el mundo de los pobres.
El principal exponente de este enfoque fue el antropólogo norteamericano Oscar Lewis (1959,1966,1969), en sociedades capitalistas, fuertemente estratificadas por clases sociales y de orientación individualista, hay una gran probabilidad de que en un sector de la población pobre desarrolle una cultura propia, la cultura de la pobreza, que se transmite de generación en generación, perpetuando así las características que impiden a las personas dejar de ser pobres.
Las ideas principales de estavisión pueden sintetizarse en cuatro puntos:
3. Las principales características de la cultura de la pobreza se presentan como rasgos psicológicos de los individuos.
1. La lucha por la supervivencia lleva los pobres a generar un submundo particular, en el que la ausencia de recursos es suplida por la falta de ambiciones, y por la solidaridad de la sociedad.
2. La cultura de los pobres difierenotoriamente de la cultura imperante en el sistema establecido y tipificado por los sectores medios.
4. La cultura de la pobreza se genera a sí misma, tanto que se transmite a través de los procesos de socialización.
La rutina y sus reglas.
Una rutina es aquel tipo de actividad o conjunto de acciones que se realizan periódicamente sin necesidad de reflexionar ni de tomar decisiones, esdecir, en forma mecánica.
La rutinización puede ocurrir en todos los ámbitos del quehacer humano: por lo general las personas desarrollan rutinas para levantarse y acostarse, para hacer el propio aseo o realizar las comidas, para cumplir las tareas de su trabajo o para relacionarse con su familia o sus vecinos.
Esta cultura común resulta el ámbito privilegiado de la ideología, es decir, el“lugar” donde se articulan y actualizan los intereses primordiales que moldean a un sistema social.
Su misma naturaleza como aquello que se sobrentiende aísla a la “cultura común” de posibles alteraciones: se trata de valores que no se perciben como contingentes y, en ese sentido, ni siquiera se perciben independientes y mucho menos como producto históricos.
Precisamente su carácter depresupuesto, su con naturalidad incuestionada e incuestionable la convierte en el terreno fundamental para afirmar los valores principales de un sistema social.
Por ello, Garfinkel habla de un “conocimiento de sentido común de las estructuras sociales”.
Esas reglas de sentido común conjugan las rutinas aceptadas al interior de un sistema social, produciendo de esta manera la reafirmación y reproducciónde ese sistema, tanto más sólidamente cuanto ni siquiera se perciben como algo contingente ni cuestionable.
La reproducción del Orden social.
Todo orden social busca su subsistencia cuando no su crecimiento y expansión. El argumento de la “seguridad nacional” para justificar cualquier tipo de medidas excepcionales en un estado de derecho no es más que la expresión en momentos críticosde lo que es un continuo y sistemático esfuerzo de todo régimen por garantizar su supervivencia.
Las acciones salidas del sistema y coherentes con el son las formas más propias de su reproducción.
El orden social se afirma y confirma en el acto de ordenar, es decir, en la medida en que los miembros del sistema observan sus exigencias y realizan sus objetivos.
De ahí la importancia...
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