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1. LA CONSERVACIÓN ECOLÓGICA DE LOS RÍOS
Los ríos, en general, suponen una pieza clave en el desarrollo del ciclo hidrológico, al constituir corrientes de agua cuya captación se produce por medio de la precipitación atmosférica, la filtración en el terreno de las aguas superficiales y la descarga de los acuíferos.
En nuestro caso, la cuenca del río Ebro es la más grande de España,abarcando unos 85.000 km2. Pero los ríos no sólo son corrientes de agua, sino que además implican la existencia de valiosos ecosistemas cuya importancia no reside sólo en la variedad y la cantidad de especies que viven en ellos sino también en el cometido que representan en la conservación de la calidad de un recurso natural caro y escaso: el agua. Pues bien, estos ecosistemas se ven alterados por losefectos de la regulación de los ríos, ya que al variar el régimen de caudales se pueden producir substituciones importantes en las comunidades biológicas afectadas.
Actualmente, la mayor parte de nuestros ríos están suficientemente regulados al objeto de satisfacer las diferentes demandas de agua (fundamentalmente para usos urbanos, industriales, agrarios y recreativos), razón por la que se hamodificado notoriamente su régimen de caudal natural, produciéndose alteraciones importantes en el medio. En general, y teniendo en cuenta exclusivamente las alteraciones en el régimen de caudal, los usos del agua producen una reducción del volumen del caudal circulante y, a veces, dependiendo del régimen de explotación, modifican de manera más o menos importante las variaciones estacionalescaracterísticas del río (crecidas y estiajes). Estas alteraciones producen inevitablemente cambios substanciales en la vida acuática y en la flora y fauna de las riberas. Así, se plantea un conflicto entre la explotación del recurso “agua” para diferentes usos y la conservación, más o menos cuidadosa, del medio natural. Pues bien, mediante la asignación del denominado “caudal ecológico” se pretendeconseguir un consenso entre estas dos necesidades del hombre (explotación y conservación de los cursos de agua) como medida de conservación del medio acuático frente a las agresiones procedentes de los sistemas de explotación de las aguas continentales. Con respecto al concepto de “caudal ecológico” se recomienda la consulta del anexo 5 de nuestro trabajo.
De hecho, gran parte de los ríos de laPenínsula Ibérica tienen, o bien han tenido en el pasado, un régimen de caudales torrencial, con grandes fluctuaciones estacionales como respuesta al régimen de precipitaciones propio del área mediterránea. Estas circunstancias, que también podemos asimilar históricamente al comportamiento del río Ebro en su tramo inferior, han originado un funcionamiento del ecosistema fluvial adaptado a fuertesvariaciones del caudal, especialmente en los pequeños afluentes y subafluentes, desde las crecidas primaverales a los estiajes. En especial, las especies zoológicas que habitan estas aguas manifiestan una estrategia vital muy adaptada a estas fluctuaciones temporales mediante modificaciones en sus ciclos biológicos, realizando migraciones o bien desarrollando formas resistentes, principalmente.Asimismo, durante las últimas décadas la actividad humana ha venido regulando los caudales circulantes por los ríos mediante la construcción de presas o bien proyectando trasvases (el Plan Hidrológico Nacional del año 2001 era un buen ejemplo de ello) con los que ha eliminado buena parte de su irregularidad en el tiempo y en el espacio, a veces de modo tan traumático que, en muchos casos, se hamodificado completamente la estructura, composición y funcionamiento del ecosistema fluvial. A inicios del año 1986, había construidas 925 grandes presas en España, con una capacidad de almacenamiento de casi 44.080 hm3, utilizados en un 57 % para la producción hidroeléctrica, 29 % para riegos, 12 % para abastecimientos urbanos y industriales y el 2 % restante para otro usos (GARCÍA DE JALÓN, 1987)....
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