RONCAGLIOLO De Las Pol Ticas De Comunicaci N
Nueva Sociedad Nro. 140 Noviembre - Diciembre 1995, pp. 102-111
De las políticas de comunicación
a la incomunicación de la política
Rafael Roncagliolo
Rafael Roncagliolo: sociólogo y periodista peruano, profesor universitario;
presidente del Instituto para América Latina (IPAL) y de la Asociación
Mundial de Radios Comunitarios (AMARC); secretario técnico de
Transparencia, movimiento cívicoperuano de educación democrática y
observación electoral.
Resumen:
Los esfuerzos por establecer políticas democráticas de
comunicación, iniciados hace tres décadas en América Latina, han
sido abandonados por los Estados. Esta derrota, exacerbada por el
liberalismo, se inscribe en una transformación cultural que ha
afectado radicalmente la vida política. Transformación de los medios
(primacía de loselectrónicos y desplazamientos de los impresos) y
transformación del consumo cultural (que ahora se realiza mediante
el servicio a domicilio). Estos cambios explican la profunda crisis de
la vida y las organizaciones políticas, mejor que los agotamientos de
paradigmas y la política internacional.
Ante todo, el homenaje debido a los tres filósofos fundadores de la
reflexión latinoamericana sobrelas comunicaciones: Antonio Pasquali en
Venezuela, quien con el proyecto RATELVE formula inicialmente la
necesidad de políticas de comunicación para democratizar el acceso y la
participación en los medios; Augusto Salazar Bondy, en el Perú, que
diagnostica la cultura de la dominación, en el marco de la naciente teoría
de la dependencia y su matriz cognitiva, una filosofía de la liberación, y
PauloFreyre, en el Brasil, cuyo método de alfabetización inspiraría la
larga trayectoria de la comunicación alterativa, inicialmente denominada
alternativa.
Han pasado tres décadas desde la publicación de sus primeros libros.
Durante ellas el quehacer, casi la obsesión de los investigadores ha sido
el diseño de políticas democráticas de comunicación. Su propuesta hizo
caer gobiernos y, en la escenainternacional, llevó a la UNESC0 a una
crisis de la que todavía no se logra recuperar. Hoy existen contundentes
políticas de comunicación en toda la región. Pero su signo se ubica en las
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antípodas de las propuestas de los académicos que introdujeron el
término. En efecto, las políticas vigentes son políticas de privatización,
concentración y transnacionalización de las comunicaciones.
Sin dudael péndulo seguirá su vaivén y los latinoamericanos volveremos
a encontrar la manera de tener comunicaciones propias. La esperanza es
lo último que se pierde. Pero mientras tanto, constatar las derrotas
experimentadas en este terreno, forma parte de un ejercicio crítico
indispensable, en cuyo despliegue descubrimos que es la política misma,
como pasión de vida, la que ha sido desplazada. Por esovale la pena
detenerse esta vez, no en las políticas de comunicación sino en la
(in)comunicación de la política.
¿Qué pasó?
Investigadores y políticos (al menos los que cuentan ya más de cuarenta
años) viven amenazados y asediados por una peligrosa melancolía. Y,
por supuesto, que no sólo por el abandono de las políticas públicas o la
involución de los sistemas de comunicación, sino por unatransformación
de la cotidianidad que conlleva disolución de relaciones cara a cara1. Un
registro de los usos caducos o cuestionados, sin duda incluirá cuando
menos:
1. La militancia, entendida como razón de ser y eje vital. El militante a
tiempo completo o dedicación principal, que decide estudios y parejas
dentro de la tribu, se ha vuelto ave rara, anacrónica y anatópica. Parte
importante de toda unageneración se cuasi-inmoló en su nombre y anda
ahora a la búsqueda de su tiempo perdido.
2. La célula, lugar de encuentro y de realización de la vida política, de la
que la literatura, por ejemplo Vargas Llosa en Conversación en la
Catedral, ha dejado simpático testimonio. Con su desaparición se esfuma
un mecanismo singular de control social sobre la vida íntegra del militante.
3. El local...
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