Samuel Beckett y Harold Pinter
UN ACERCAMIENTO A LA INFLUENCIA DE SAMUEL BECKETT SOBRE HAROLD PINTER.
Uno muy rara vez es dueño absoluto de su propio yo construido. Es innegable que, aunque uno trate de pensarse en relación a uno mismo solamente, no se puede evadir la influencia del otro, del maestro, del inspirador.
Hay ejemplos en los que hay que admitir abierta y felizmente, por puracongruencia, la medida en que alguien más ha significado un punto de partida y un obvio referente. Tomemos el caso de Harold Pinter y su reconocida y reconocible relación de admiración hacia Samuel Beckett.
Como representante un tanto tardío del llamado ‘Teatro del absurdo’, Pinter se ve muy influenciado por el trabajo de Beckett. A continuación trataremos de analizar por separado, y después enconjunto, a estos dos autores.
Varios han llamado a Samuel Beckett un minimalista, un absurdo, un existencialista, un nihilista, un pesimista, un anarquista y un ateo, pero él, fiel siempre a su estilo, desdeñó todas esas etiquetas. Solía decir: “las palabras, las palabras, las palabras -ellas hablan por sí mismas.”
En una de las contadas ocasiones en que se dejó convencer para definirse enuna categoría fue cuando alguien le preguntó cómo se podría comparar él con James Joyce, su mentor, amigo y compañero gigante literario irlandés. Beckett respondió: “James Joyce era un sintetizador, intentando introducir tanto como podía. Yo soy un analizador, intentando dejar fuera tanto como puedo”.
Y precisamente lo que eligió dejar fuera era lo que el teatro tendía a ensalzar a mediados delsiglo XX: escenarios elegantes, suntuosos vestuarios, tramas cargadas de vueltas de tuerca y finales felices. En lugar de eso, Beckett presentó cosas tales como un escenario vacío salvo por un árbol solo, ocupado por dos vagabundos lamentables que esperaban a alguien que nunca llega. En dicha escena vacía y en esas almas hechas andrajos, él nos ofreció una abundante carga de la brutalidad, de lacompasión, de la esperanza y de la desesperación que él mismo vivía de consuetudinario.
Con Esperando a Godot, Beckett se atrevió a retar a la continuidad temporal que hasta entonces era la doctrina a seguir en el teatro; por otra parte, con La última cinta de Krapp nos quiso mostrar la importancia del paso del tiempo en la memoria. Esas diferentes percepciones del tiempo están influidas por lamemoria, la cual no cesa de traicionar a los personajes.
Paradójica, tal vez irónicamente, Beckett en sus obras solía abrir la puerta a lo que parecía ser un cuarto a obscuras, y nos invitaba a entrar. Una vez que nuestros ojos se acostumbraban a la penumbra, podíamos ver las cosas con más claridad que nunca.
Harold Pinter, por su parte, resumió el extraño poder y la belleza cargada defealdad que el trabajo de Beckett poseía. Se atrevió a conjugar el rompimiento de la continuidad temporal y la importancia del paso del tiempo en la memoria en sus obras, cuya apariencia es más naturalista que la de Beckett.
A diferencia de Beckett, Pinter se siente fuertemente atraído al naturalismo. Muy pocas de sus obras aspiran al tipo de atemporalidad cósmica que Beckett hace evidente en susdescripciones más simbólicas del conflicto humano. Pinter se centra en lo local y lo familiar. Sus personajes, mayormente, llevan nombres ordinarios, usan ropas ordinarias, y abordan sus asuntos en escenarios definibles como naturalistas.
Por otra parte, también relacionado con el paso del tiempo y la memoria, nos encontramos con que la mayoría de las acciones en las obras de Pinter se centran enla búsqueda de un lugar en el momento presente de los personajes; o lo que es lo mismo, en muchos casos también trata en sus obras la búsqueda del yo o la explicación de cómo han llegado a donde están. De cualquier modo, para llegar a una conclusión, todos ellos repasan en alguna ocasión qué hicieron en el pasado.
Entonces, la necesidad de reproducir los hechos de forma coherente se...
Regístrate para leer el documento completo.