Siglo XIX
Los primeros gobiernos republicanos no vieron la necesidad de crear en el medio peruano escuelas de arte. Las clases consumidoras de Lima preferían importar todo tipo de artículoseuropeos incluyendo obras de arte del más estricto contenido académico. El neoclasicismo inspirado en técnicas y temas del pasado, encajaba perfectamente en la mentalidad de la sociedad peruana de laépoca que carecía aun de identificación nacional.
La única academia de dibujo existente en la capital hasta avanzado el siglo XIX fue la que fundó el Virrey Abascal, y que continuaba funcionando luegode la Independencia, en un sector de la Biblioteca Nacional. Su situación económica era sumamente precaria ya que no contaba con apoyo material del Gobierno.
Esta academia estaba dirigía por elciudadano ecuatoriano Francisco Javier Cortez (Natural de Quito y estuvo en el Perú en 1841). Funcionaba en dos cuartos de la Biblioteca Nacional.
Su capacidad era para doscientos alumnos y solotenia ochenta, en sus mejores tiempos, que hacían clases de 6 a 7 de la noche, los días Lunes, Miércoles y Viernes. La enseñanza era gratuita y solo debían traer, los que podían, algo de dinero paracomprar las velas en las noches de clases. Los profesores no ganaban un sueldo, salvo el director que recibía 600 pesos al año.
A la muerte de Cortez, Ignacio Merino toma la dirección de la academia,hasta el año de 1850, fecha en que vuelva a Francia.
Ignacio Merino nunca cobró el sueldo de director por no necesitarlo. A pesar de las limitaciones, esta academia constituyo el primer contactoartístico previo al obligado viaje de perfeccionamiento en el exterior.
Pintores como: Ignacio Merino, Francisco Lazo, Luis Montero y Francisco Masias frecuentaron sus aulas produciendo obras quedespués servirían de inspiración a los futuros pintores nacionales.
Después existió la Academia Particular Concha y finalmente una Escuela Municipal en la que enseño el ciudadano italiano...
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