Simmel problemas de la sociologia
EN SIMMEL
José María García Blanco
Universidad de Oviedo
RESUMEN
Desde los clásicos, si exceptuamos la teoría general de los sistemas de acción de Parsons —que
tiene precisamente su origen en la pretensión de codificar la teoría sociológica clásica—, en el campo
de la teoría de la sociedad, la sociología no ha realizado ningún progreso significativo, y casi todoslos intentos que se hacen aún hoy en este campo miran retrospectivamente hacia ellos y a su reconstrucción. Poner de relieve los problemas insalvables que para todo avance de la teoría de la sociedad
ello representa y proponer los posibles fundamentos de una vía alternativa para el desarrollo de esta
teoría, tomando como punto de referencia la obra de Georg Simmel, es el tema de este artículo.1.
INTRODUCCIÓN
Si cualquier sociólogo mínimamente reflexivo fuera interrogado acerca de
un término que, formando parte del bagaje conceptual de su disciplina, careciera de una referencia objetiva unívoca, sería muy alta la probabilidad de que
citara el término de «sociedad». En esto, como en bastantes otras cosas importantes, nuestra disciplina no ha progresado mucho desde el tiempo desus clásicos, quienes, a finales del siglo XIX, rechazaron este término o, cuando menos,
le asignaron un rango inferior en su arquitectura teórica, concentrando sus
esfuerzos en la realización de un análisis de la «acción social», el «hecho social»
o la «socialización» (cf. Dahme y Ramstedt, 1995: 457 s.; Tyrell, 1994).
89/00 pp. 97-117
JOSÉ MARÍA GARCÍA BLANCO
Para entender por quéconcretamente nuestros clásicos renunciaron al concepto de sociedad para determinar el tema o problema central de nuestra disciplina es importante tener en cuenta el uso que se hizo del mismo por parte de
la ciencia social y la sociología decimonónicas. Frente al dispositivo teórico graduado de la tradición antigua con relación a la sociedad (philía/koinonía/koinonía politiké) y a la hipótesis dela teoría social tradicional de que hay diferentes
tipos de sociedad (simples y compuestas, doméstica y política, e incluso una
humana global), así como a la adjetivación de la sociedad como política o civil,
la teoría social del XIX se constituye como ciencia de la sociedad en general, sin
predicado. Las dificultades resultantes de establecer un único y abstracto plano
objetivo y discursivopara acceder a todos los fenómenos sociales relevantes, se
compensó mediante tres orientaciones complementarias de la teoría:
1) La tendencia a totalizar las estructuras sociales parciales (tecnología o
relaciones de producción, por ejemplo) como fuerzas que determinan inevitablemente al todo.
2) La descomposición del todo social en el plano temporal mediante
leyes de etapas o estadios, quemarcarían la evolución inexorable o progreso de
dicho todo, y en el plano material mediante conceptos como estratificación o
división del trabajo.
3) La marginalización del ser humano individual en el plano analítico
que las dos orientaciones anteriores conllevan, se compensa mediante su sobreelevación a la condición de postulado normativo de la humanización de la
sociedad y/o la críticacorrespondiente de la sociedad real, efectiva.
La tradición teórica genuinamente sociológica se origina, justamente, en el
distanciamiento de esta teorización acerca de la sociedad en abstracto, y en la
consiguiente inspiración por la idea de que el ser social sólo se puede captar
científicamente en sus manifestaciones experimentables (hechos sociales, acciones sociales o procesos desocialización). Ahora bien, si la realidad social no
puede ser descartada como apariencia y la sociología no puede desempeñar
más el papel de profeta de una sociedad «real» a poner en práctica, ¿cómo se
pueden abordar y ordenar la infinidad de los fenómenos sociales? En este
punto, como ha puesto de relieve Otthein Ramstedt (1988), el concepto de
modernidad, entendida como propiedad específica del...
Regístrate para leer el documento completo.