SKLIAR Juzgar La Normalidad
Políticas y falta de políticas en relación a las diferencias en educación1
Carlos Skliar
Resumen
El artículo introduce al lector en la problemática filosófica, epistemológica, cultural y
pedagógica, generada a raíz de las nuevas propuestas educativas orientadas a reformular
la llamada Educación Diferencial. Los conceptos diferentes, diferencias,inclusión,
diversidad, integración, etc., entre otros, son analizados de una manera crítica y
“deconstructiva”. Se levantan preguntas fundacionales que apelan no sólo a los actores
del mundo educativo, sino que, además y, principalmente, a la sociedad en su conjunto.
Concluye el artículo con un diálogo desafiante con los docentes que integran alumnos
que vienen de la educación especial.
Palabras claves:Educación Diferencial – Normalidad- Diversidad- Inclusión.
Summary
This article introduces the reader to the philosophical, epistemological, cultural and
pedagogical problematics generated by new educational propositions oriented towards a
reformulation of so-called differential education. The concepts of different, differences,
inclusion, diversity, integration, etc. are analysed from a criticaland 'deconstructive'
standpoint. Foundational questions are raised which appeal not only to the actors of the
educational world, but rather, furthermore and primarily to society as a whole. The
article concludes with a challenging dialogue among educators who integrate
students who come from special education.
Key words: Normality - Education
1
En: Paulo Freire. Revista de Pedagogía Crítica.Número 3, 2005, UAHC. Artículo basado en la Ponencia
presentada en el IV Congreso Internacional de Educación Especial. Universidad Nacional de San Luis,
San Luis, Argentina. 7-9 de Octubre de 2004.
1. Acerca de la Educación Especial y la crisis de la “normalidad”.
Parece haber un cierto consenso alrededor de la idea que ya no hay un único modo de
entender qué es la educación especial y, entonces,de definir cuáles son sus paradigmas.
Más aún: no hay tal cosa como la “educación especial” sino una invención disciplinar
creada por la idea de “normalidad” para ordenar el desorden originado por la
perturbación de esa otra invención que llamamos de “anormalidad”. Supongo que los
especialistas estábamos demasiado acostumbrados a simplificar el problema e
identificar la educación especial con lasinstituciones especiales y referirnos a una
oposición estricta entre paradigmas terapéuticos y antropológicos. Sin embargo, a poco
que entramos en sus prácticas y en sus discursos se nos hace más evidente que se trata
más bien de fluctuaciones, de una suerte de vaivén permanente entre aquellos
“modelos” pero no su separación textual, su distinción conceptual.
De todos modos creo que hoy en díamás que de una cuestión de paradigmas se trata de
una verdadera disputa, consciente o no, que creo intenta resolver la siguiente paradoja:
la perpetuación o la implosión de aquello que llamamos de educación especial
“tradicional”. Más específicamente, me parece que habría que considerar la existencia
de una frontera que separa de modo muy nítido aquellas miradas que continúan
pensando que elproblema está en la “anormalidad” de aquellas que hacen lo contrario,
es decir, que consideran la “normalidad” el problema. Las primeras –sólo en apariencia
más científicas, más académicas- siguen obsesivas por aquello que es pensado y
producido como “anormal”, vigilando cada uno de los desvíos, describiendo cada
detalle de lo patológico, cada vestigio de anormalidad y sospechando de toda
deficiencia.Este tipo de miradas no es útil para la educación especial ni para la
educación en general: lo “anormalizan” todo y a todos. Las otras miradas –tal vez
menos vigilantes pero también menos pretenciosas- tratan de invertir la lógica y el
poder de la normalidad, haciendo de esto último, de lo normal, el problema en cuestión.
Esas miradas tienen mucho que ofrecer a la educación: por ejemplo la...
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