Tarea VII
Como la experiencia de la finalización de la terapia puede provocar en el paciente emociones tan profundas como conflictivas, a menudo el paciente se ve fuertemente motivado para evitarla por completo. En ciertos casos, dispone las cosas de manera tal de dificultarla; a veces decide poner fin al tratamiento de manera precipitada; y a veces el terapeuta actúa como cómplice,procurando entre ambos evitar la experiencia drástica del término del tratamiento, ocurre que dicha experiencia puede también despertar profundos y complejos sentimientos en el terapeuta. Un modo de evadir la realidad de la situación consiste en fijar una fecha basada en circunstancias extrínsecas a la terapia. Lo ideal es que ninguna consideración extrínseca a la terapia influya en lo más mínimo en unaspecto tan delicado como la terminación del tratamiento; pero en la práctica, suelen intervenir ese tipo de consideraciones. Esto es lamentable, y a veces llega a constituir una falta de ética, porque se pierde una oportunidad muy valiosa de fomentar el bienestar del paciente. Estaremos viendo los pasos para término adecuado de la terapia.
ETAPA FINAL DE PSICOTERAPIA PSCOANALÍTICA¿Cuáles serían los criterios básicos para fijar el momento ideal de terminación de la terapia? Desde el punto del paciente, por lo general dichos criterios se basan, en primer término, en las razones que lo impulsaron a iniciar la psicoterapia, y en sus expectativas sobre los resultados que podría obtener. Las expectativas del paciente haya sido o no examinadas anteriormente en la terapia, y quehayan sido o no objeto de análisis, rara vez el paciente experimenta la sensación de que todas ellas han sido satisfechas. Además, en el curso de un tratamiento prolongado por lo común dichas expectativas se han modificado. La terapia puede hacer aflorar determinados problemas que en un comienzo no eran relevantes, o alterar su importancia, haciendo que algunos de los conflictos iniciales parezcanmenos graves y apremiantes que otros surgidos con posterioridad. Asimismo, sucede con frecuencia que el síntoma que motivó en el paciente su búsqueda de tratamiento persiste, pero el papel que desempeña en su existencia se modifica de manera tal que, por así decirlo, puede seguir viviendo con él.
Los interrogantes críticos son los siguientes:
¿Cuándo puede considerarse “suficientemente curado” elpaciente?
¿Cuándo habrá adquirido suficientes fuerzas como para vivir bien sin el tratamiento?
¿Cuándo habrá adquirido conciencia y control suficiente de sus realidades interna y externa?
¿Cuándo habrá alcanzado el mayor grado posible de autonomía relativa?
No es fácil dar respuesta cierta a estos interrogantes, y siempre habrá alguna ambigüedad e incertidumbre.
De otra parte, el desarrollo dela terapia psicoanalítica en sí puede no guardar mayor relación con el estado del paciente sus problemas, dificultades y síntomas, o ser relativamente independiente de aquel. Esto significa que la terapia puede seguir libremente su curso natural sin que se produzca una alteración sustancial en la conducta del paciente y su experiencia fuera de ese contexto. Se puede pensar que aceptar esteprincipio es un verdadero desafuero, entonces ¿qué fin cumpliría la terapia? Esto suele suceder, aunque en raros casos; y no implica, necesariamente, que en esos casos la terapia haya carecido de eficacia, pues (y este es el factor clave) sus efectos pueden solo revelarse una vez concluido el tratamiento. La mayoría de nuestros pacientes experimentan una serie de cambios, a veces enormes en el curso deltratamiento, pero en ciertos casos esos cambios solo se producen con posterioridad a él.
El fenómeno admite varias explicaciones. Algunos pacientes elaboran una trasferencia muy intensa y no pueden resolverla en un grado suficiente durante la terapia propiamente dicha. Ello puede ser o no función del hecho de que la trasferencia, por lo general, tiene una base de realidad o componente real que,...
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