Toponimias
John M. Lipski
Universidad del Estado de Pennsylvania (Penn State), Estados Unidos
1. Introducción
En varias regiones de Sudamérica el español está en contacto con el quechua; a partir de
la colonización española en el siglo XVI se han formado interlenguas transitorias y estables, en
Ecuador, Perú, Bolivia yArgentina. El sistema vocálico del quechua engloba tres oposiciones
fonológicas: /ɪ/-/a/-/ʊ/ y las vocales anteriores y posteriores presentan una dispersión alofónica a
veces distinta de /i/ y /u/ en castellano. Los hablantes del quechua que no dominan
completamente el castellano suelen manifestar una inestabilidad vocálica con respecto a las
oposiciones /i/-/e/ y /o/-/u/. En las imitacionespopulares de la interlengua quechua-castellano,
desde las sátiras del siglo XVII hasta el momento actual, se les atribuye a los hablantes del
quechua el trueque de vocales altas y medias: (mesa de madera > misa di madira, usted > ostí).
Chirinos (1997: 253) afirma que en la interlengua de los hablantes del quechua en el Perú se
produce un “interchange” [intercambio] de vocales altas y medias. En losejemplos más verídicos
las vocales medias del castellano son reemplazadas por vocales altas: oveja > uvija. La
confusión de vocales medias y altas se conoce vulgarmente como motosidad (moterosidad en
Bolivia) y es altamente estigmatizada a nivel sociolingüístico (Cerrón Palomino 1975, 1989;
Pérez Silva 2007; Pérez Silva et al. 2008; Pérez Silva y Zavala Cisneros 2010). A pesar de lasfrecuentes imitaciones populares del habla “motosa” hasta hace poco no había estudios
científicos sobre la adquisición del sistema vocálico del castellano por hablantes del quechua. En
la última década se han realizado varios estudios empíricos de alta confiabilidad que demuestran
la complejidad del vocalismo andino así como la inviabilidad de los estereotipos más
exagerados. Los trabajosexperimentales se han llevado a cabo en laboratorios bajo condiciones
estrictamente controladas y se han limitado a la producción de palabras aisladas El estudio que
se presenta a continuación se basa en el análisis del habla espontánea y natural en comunidades
bilingües de la sierra ecuatoriana, cuyo perfil etnolingüístico es similar a los entornos
reconocidos como representativos del habla “motosa”.El estudio in vivo de los espacios
vocálicos del castellano andino revela una complejidad aun mayor que los datos que se
desprenden de los trabajos de laboratorio y potencialmente ofrece nuevas perspectivas sobre la
adquisición de una segunda lengua en condiciones desfavorables.
2. Muestras del vocalismo del castellano andino: textos auténticos y parodias
Hacia finales del siglo XVI, antes delas imitaciones literarias del castellano andino y
durante un período en que las presiones sociolingüísticas para alcanzar un castellano canónico
serían mínimas, aparecen muestras de inestabilidad vocálica en documentos escritos por
hablantes del quechua que habían aprendido el castellano de manera incompleta. Uno de los
primeros ejemplos, de finales del siglo XVI, es del escultor de laVirgen de Copacabana
Francisco Tito Yupanqui, en un breve texto analizado detalladamente por Cerrón Palomino
(1992). En aquel documento abundan los trueques entre vocales altas y medias, de manera
bidireccional para el caso de /i/-/e/, aunque sólo en dirección a la articulación media para /u/-/o/:
di [de], il [el], siñor [señor], cabeldo [cabildo], obespo [obispo], Felepe [Felipe], eclesia[iglesia], vergen [virgen], on [un], natorales [naturales], mocha [mucha], josticia [justicia] y
muchos casos más. Felipe Guamán Poma de Ayala en su Primer nueva corónica y buen gobierno
(1615) evidenciaba neutralizaciones vocálicas en castellano motivados por la interferencia del
quechua, su idioma nativo:1 enfieles [infieles], prencipales [principales], becita [visita], deuina
[divina] (foja 1);...
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