ABAJO UN MONUMENTO A LA PATRIA CAFETALERA

El desaparecido director de National Geographic, Luis Marden, escribió en 1941 en una memorable edición de la revista, "In El Salvador coffee is king".
Era una época de oro en la que todo era café.El Salvador, un pequeño país llegó a ser el tercer exportador mundial de café después de los gigantes Brasil y Colombia, indudablemente debido al tesón y cuidado que plantadores y trabajadorespusieron en el cultivo, procesamiento y negocio.
Desde la segunda mitad del siglo XIX, áreas ideales se comenzaron a perfilar como los distritos cafeteros en que luego se convertirían.
El más importantefue y es la región de la Sierra de Apaneca, en los departamentos de Ahuachapán, Sonsonate y Santa Ana.
En el corazón de este distrito, en un estupendo paraje se encuentra la ciudad de Juayúa, a 80 kmde San Salvador y 1000 msnm.
Los nativos yaquis o pipiles le dieron ese bello nombre que en idioma nahua es un poema sintético: Río de orquídeas moradas.
Al río lo llamaron los españoles SantaLucía, por ser una corriente milagrosa que brotaba cada siete años y cuyo curso era flanqueado por hermosos racimos de la flor de San Sebastián (Cattleya skinneri), una orquídea que los costarricensesllaman Guaria morada y toman como flor nacional.
Santa Lucía Juayúa, por el río y por la flor, cambió su nombre por el que escogió el presidente don Gerardo Barrios, a fines del siglo XIX: El Progreso,debido al trabajo que hicieron hombres que construyeron aquella Patria del café.
Hace unos días fui a Juayúa con unos amigos turistas que querían conocer la riqueza cultural generada alrededor delGrano de Oro en su época de esplendor.
Con el corazón hecho un puño pude percatarme de una realidad atroz: La histórica Casa Liebes había sido derribada, no por terremotos, sino -dicen- que para dar pasoa un supermercado de franquicia internacional.
El frugal y simbólico Caserón Hidalgo, que por un tiempo se llamó por haberlo habitado la familia de don Epigmenio Hidalgo, había sido echado abajo...