Acerca del sentido del aparato ideologico estatal como escenario de la lucha de clases

Por Louis Althusser (desde la optica de P.L. y A.R.)

Los eventos recientemente acaecidos no transcurrieron para mi de forma aleatoria sino todo lo contrario. Como muchos de los estudiantes y profesores de la Escuela Normal Superior sabemos, el acontecimiento que experimentamos y cuyos efectos mas profundos aun desconocemos posee una cuota de singularidad pero también son producto de unalabor mucho mas enorme que hemos desarrollado y que se enmarca en aquello mismo que venimos analizando y teorizando desde hace tiempo, cuestión que se presenta inevitablemente ligada a una práctica.
Considero necesario presentarles algunas cuestiones que faciliten trazar una línea que nos permita leer los sucesos dentro del marco de nuestro trabajo de los últimos años. También intentare avanzaralgunos conceptos que probablemente sean publicados subsiguietemente en relación a la ideología y la reproducción del Estado y, asimismo, a la ideología de la clase dominante, recuperando ideas y conceptos que para todos aquellos comprometidos con la causa serán familiares. Mas allá de la inevitable raíz maternal que le debemos a Karl Marx, también podrán escuchar la sonoridad de la voz de AntonioGramsci, algún que otro grito de Baruch de Spinoza y claro, los graznidos de Frederich Engels.

La década que estamos clausurando ha sido la de mayor efervescencia desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Durante aquel enfrentamiento fuí movilizado a Vannes donde fuí capturado por el ejercito alemán y desde 1940 hasta el final de la guerra permanecí conscripto en un campo de prisioneros deguerra. Quizás esto haya sido uno de los hechos más afortunados en mi vida. Lo resumiré de esta manera: Fui a la guerra siendo un joven católico preocupado por Pascal, Bergson y el idealismo alemán y regrese siendo un hombre marxista preocupado por la lucha de clases. ¿Que clase de operación se produjo en mí durante esos cinco años? Pues la de la experiencia. Haber experimentado, de la mano de lainvaluable Helene, la entereza y convicción con que los prisioneros marxistas defendían su causa me hizo comprender que algo importante sucedía entre ellos.

Pero así como me formé en la tradición marxista, el rigor teórico nunca me permitió ser esquivo a la crítica de nuestros propios padres. Durante estos años en que me desempeñé como Caiman de la ENS mis trabajos han sido a su vez criticados, perocomo lo evidencian mis posiciones en relación al PCF, soy impermeable ante mis convicciones.

¿Qué les quiero decir acerca de los sucesos del mayo pasado?
Quizás muchos de ustedes aún no se han puesto a pensar por qué están leyendo esto, por qué han llegado a encontrar en mi palabra algo útil. Muchos menos, probablemente, se han puesto a pensar por qué divulgar esto que leen sera algo no soloútil sino necesario.
Ustedes, yo, nosotros, estamos inculcados de saberes prácticos. Aprendieron a contar, a escribir, a leer e incluso instrumentos mucho más complejos. Todos estos no son más que elementos técnicos utilizables directamente en los distintos puestos de la producción. Pero inclusive más, estos saberes prácticos no se limitan a sus propios contenidos sino que están rodeados de unacapa exterior que los hace perdurables: aprendieron los buenos modales, las reglas de moral y de consciencia cívica profesional, en fin las conveniencias que debe observar todo agente de la división del trabajo. Lo que han aprendido en realidad son las reglas del respeto a la división social. Y ¿qué son esas técnicas si no las que se desprenden de las reglas establecidas por la dominación de clase,de la clase dominante? Así es como una vez más, el modo en el que ustedes leen este texto y probablemente quieran compartir está ordenado por lo que yo llamo el Aparato Ideológico del Estado.
En otras palabras, la reproducción de la fuerza de trabajo no solo exige una reproducción de su calificación sino al mismo tiempo una reproducción de su sumisión a las reglas de orden establecido, es...