Ahsta Pronto, Hasta Siempre
Con rapidezorganizamos las mochilas, no sin cierta pena, y recogemos la casa, es decir: enrollamos los tapices de plástico y plantas que cubrían el suelo arenoso de la habitación donde dormimos, comimos,recibimos a los invitados, jugamos, hicimos los talleres de pulseras, etc.
En la puerta aguardábamos la llegada del conductor. Pero llegaron antes los primeros niños que, con ganas de jugar, seentristecían al ver nuestra casa y sala de juegos desmontada. Evitábamos, como podíamos, sus ojos interrogantes. Solo habíamos venido por tres días y debíamos regresar. Nosotras también habíamos pasado momentosinolvidables, muy divertidos. También nosotras les echaríamos de menos.
ESPERANZA PARA MAURITANIA
Cuando llegó el coche se acercaron muchos más niños, mujeres y mayores. Venían a despedirse y aagradecernos el material escolar y lúdico que habíamos llevado, pero sobre todo, a agradecernos el haber estado con ellos estos días, compartiendo unos momentos muy especiales, donde las diferenciaslingüísticas fueron lo de menos.
Puede que lo más duro fuese la mano que se negaba a soltar uno de los niños o sentir que la tela de la melfa te tira porque otro no se quería desprender… quizás losojos de aquellos que nos miraban como diciendo ¿vais a volver?
Iniciamos el camino, despidiéndonos por la ventanilla de los habitantes grandes y pequeños que se habían congregado en la que...
Regístrate para leer el documento completo.