Aiol De Lusignan. Luces y Sombras De Una Figura Heroica

Luces y sombras de una figura heroica: Aiol de Lusignan.
Autoras: Gil, Karina; Vivanco María Victoria
Dirección de correo electrónico: karygil_30@hotmail.com; victoria.vivanco@gmail.com
Institución de pertenencia: Universidad Nacional de la Patagonia –SJB- Sede Comodoro Rivadavia.
INTRODUCCIÓN
En la novela El unicornio (1965) de Manuel Mujica Lainez, Melusina, víctima de la inmortalidad,narra sus memorias en el contexto de la Edad Media, en la Segunda Cruzada a Oriente, entre 1175 y 1187. El tiempo del relato se detiene en el siglo XII, cuando el hada cuenta su historia de amor por el joven Aiol, “Doncel del Unicornio”, mágico y enigmático como el fabuloso animal, símbolo de pureza e impureza, dualidad que lo acompaña en el transcurso de la narración y que lo lleva,inexorablemente, a su fin. El autor nos presenta, entonces, a un héroe particular que, dentro un contexto cristiano, emprende una lucha espiritual y una búsqueda para redimir sus pecados. Desde el comienzo del itinerario, el joven se debate entre dos mundos: el de los ideales de caballería y el de la sensualidad profana. La confrontación entre estos dos ámbitos se constituye en su principal combate; bajoestas circunstancias, el viaje es necesario para consagrar su espíritu, derrotar las tentaciones de la carne y, finalmente, conocerse a sí mismo.
DESARROLLO
Con respecto al héroe mítico, sabemos que es el individuo que, gracias a su fortaleza física y espiritual, es capaz de llevar a cabo empresas extraordinarias; Campbel afirma que su peregrinar se cumple en tres momentos fundamentales:- Separación del mundo: abandono de lo cotidiano para partir en la búsqueda del tesoro mítico.
-Iniciación: camino de dificultades y peligros que lo ponen a prueba. El héroe avanza por un contexto adverso y recorre los derroteros de su propia existencia, siempre expuesto y sometido a los retos que la realidad le impone.
- Regreso: después de mucho tiempo de desafiar obstáculos y de perder asus compañeros, conquistado el objetivo, el héroe retorna a su comunidad para ofrecérselo.
A la inversa del héroe clásico, Aiol de Lusignan no vuelve al lugar donde reside, sino que se dirige a la ciudad celestial que lo vio nacer, Jerusalén. El viaje no se iniciaría si no se revelara su identidad antes, es decir, si no ocurriera el reconocimiento previo, en contraste con la figura tradicionalen quien la anagnórisis es posterior. Ozil, su padre, quien actúa como destinador de la fuerza que lo empuja, es el portador del llamado, gracias al cual Aiol descubre su vocación heroica. Al respecto, Tacconi sostiene: “este mitema es la marca de separación del mundo cotidiano, de otra manera la existencia del personaje no tendría sentido”.
El objetivo es partir a la Tierra Prometida enbusca de la Santa Lanza, -emblema de la indulgencia espiritual- aquella que da la herida final a Cristo, y que el personaje necesita, pues tendrá que enfrentarse a los fantasmas que lo persiguen y acosan todo el tiempo. La primera parada de su viaje es la Ermita de Luzac: en medio de una atmósfera incierta y confusa, la voz narradora destaca que puede ver los sueños del personaje y, de estamanera, acceder a la frágil interioridad del mismo:
“…La vida transcurría como en un sueño, y en verdad me resultaba arduo diferenciar los acontecimientos cotidianos de las figuras que los reproducían y exaltaban en los sueños de Aiol. Este se recuperó rápidamente. Sus daños eran morales y como tales propicios a sanar en un clima de sosiego y orden…” (MML: 115).

El segundo destino es la corte deSeramunda: Aiol inicia esta segunda etapa, inevitable en su aprendizaje de la sabiduría del mundo, afrontando amenazas y acopiando provechos. El joven se debate entre las incitaciones de la corte, con el asedio de una mujer poderosa y promiscua y debe, además, enfrentar un ámbito monstruoso, poblado de tentaciones que abren paso a sus íntimos y oscuros deseos. Aquí también recibe instrucción...