Alas de fuego

El continuo observar de todo cuanto me rodea, casi siempre en orden ,
con desequilibrios pasajeros plenamente advertidos, ha terminado por sembrar
en mi conciencia ganas irreprimibles de cuestionarde manera logica aquello
que simplemente definimos como realidad. Aquello que forma parte de nuestro
mundo, o que lo es en esencia, aquello que se determina o que no se
determina, lo que va de lamano con nuestra voluntad o simplemente emprende
rumbos inciertos.

Como regalo natural o divino, lo cual no cabe dilucidar en estas
cavilaciones, estamos dotados de efectivos medios decomunicacion con el
mundo exteriior. Nuestros sentidos constituyen nuestro unico medio de
hacernos concientes de nuestra percepcion de la realidad. podemos
distinguirla en sus variadas formas; como unanimal, que al igual que
nosotros posee altisimo grado de conciencia sobre la realidad que percibe;
como un obketo o elemento, que formando parte de la realidad misma, carece
en absoluto de conciencia ypercepcion; o como un vegetal, que carece de
conciencia pero no de percepcion.

Creo asi que la realidad, o aquello que percibimos como tal, en nuestro
caso, depende en gran medida de lainformacion que de ella nos ofrezcan
nuestros sentido.. Es de esta misma forma que, buscando un entendimiento mas
amplio, hemos de recurrir a instrumentos que ofrezcan la posibilidad de
descubrir ointerpretar lo que siendonos imposible percibir, tambien forma
parte de la realidad.

No debemos pues, encerrarnos y negar de cualquier manera la realidad que
no podemos constatar, porque independiente deaquel hecho la realidd no esta
condicionada a serlo unicamente si la percibimos. La realidad es la
existencia misma y la existencia no depende de nuestros sentidos.

Ahora, irremediablementhemosdado con 2 tipos de "realidades": la que
percibimos, y la qu no percibimos. Y tal vez haya un tercer tipo de
realidad, una qu nos sea imposible de percibir in extremis.

Podemos verlo con un...