Albert Bandura

La vida es un constante fluir de emociones, día a día vamos por el mundo robotizados, atareados con el trabajo, los deberes, la pareja y un montón de cosas más, cosas banales, superfluas y sin muchatrascendencia. Tras tanto estrés y obstinación en nuestras abarrotadas vidas se pasa por alto momentos únicos, momentos especiales, momentos maravillosos que de tan solo detenerse a admirarlos por unsegundo serian capaces de cambiar la vida tal y como la conocemos.
El susurro del viento al cortejar las frondosas copas de los arboles, el ulular de la lechuza que desde su nido anuncia que la nochellega, son sonidos, melodías que al menos una vez en la vida haz de tener que escuchar. Algo tan común como el cantar del picaflor cada mañana junto a tu ventana, el aullar de un lobo solitariocuando la luna llena en el cenit se encuentra. Son ocasiones que diariamente suceden en la naturaleza y te aseguro que aun no has tenido la dicha de llegar a presenciarlo.
Es verdad que el hombre dejo deser hermitaño hace mucho tiempo, pero con esto su contacto con la naturaleza se fue desvaneciendo hasta tal grado que ahora pende de un delgado hilo. Desde sus inicios el ser humano ha buscadoavanzar, desarrollar sus destrezas y potenciales logrando que la tecnología vaya mejorando también. Pero esos avances han logrado un distanciamiento mayor con su lado más humano, así como con sus relacionesen y con el ambiente. Ya nadie se detiene a observar el renacer de una flor o el vuelo de la mariposa, todo es mecánico y electrónico la sensibilidad se va desvaneciendo.
Entonces DESPIERTA. Lanaturaleza nos brinda música cada segundo del día, pero nunca estamos dispuestos a detenernos, a hacer un STOP en la rutina y escucharla con atención. Si la vida nos consiente a cada instante con susconstantes milagros ¿Por qué no darle la importa que realmente se merece? ¿Por qué malgastar el tiempo haciendo horas extras en el trabajo, tomando materias avanzadas , todo con un mismo propósito,...