Aleph

Páginas: 19 (4640 palabras) Publicado: 4 de mayo de 2010
1
EL ALEPH
Jorge Luis Borges
O God, I could be bounded in a
nutshell and count myself a King of infinite
space.
Hamlet, II, 2.
But they will teach us that Eternity is
the Standing still of the Present Time,
a Nunc-stans (as the Schools call it);
which neither they, nor any else understand,
no more than they would a
Hic-stans for a infinite greatnesse of
Place.
Leviathan, IV, 46
Lacandente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una
imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al
miedo, noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado
no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hecho me dolió, pues comprendí que el
incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primerode una serie infinita. Cambiará el universo pero yo no, pensé con melancólica
vanidad; alguna vez, lo sé, mi vana devoción la había exasperado; muerta, yo
podía consagrarme a su memoria, sin esperanza, pero también sin humillación.
Consideré que el 30 de abril era su cumpleaños; visitar ese día la casa la calle
Garay para saludar a su padre y a Carlos Argentino Daneri, su primo hermano, eraun acto cortés, irreprochable, tal vez ineludible. De nuevo aguardaría en el
crepúsculo de la abarrotada salita, de nuevo estudiaría las circunstancias de sus
muchos retratos, Beatriz Viterbo, de perfil, en colores; Beatriz, con antifaz, en los
carnavales de 1921; la primera comunión de Beatriz; Beatriz, el día de su boda
2
con Roberto Alessandri; Beatriz, poco después del divorcio, en unalmuerzo del
Club Hípico; Beatriz, en Quilmes, con Delia San Marco Porcel y Carlos Argentino;
Beatriz, con el pekinés que le regaló Villegas Haedo; Beatriz, de frente y de tres
cuartos, sonriendo; la mano en el mentón... No estaría obligado, como otras
veces, a justificar mi presencia con módicas ofrendas de libros: libros cuyas
páginas, finalmente, aprendí a cortar, para no comprobar, mesesdespués, que
estaban intactos.
Beatriz Viterbo murió en 1929; desde entonces no dejé pasar un 30 de abril sin
volver a su casa. Yo solía llegar a las siete y cuarto y quedarme unos veinticinco
minutos; cada año aparecía un poco más tarde y me quedaba un rato más; en
1933, una lluvia torrencial me favoreció: tuvieron que invitarme a comer. No
desperdicié, como es natural, ese buen precedente; en1934, aparecí, ya dadas
las ocho con un alfajor santafecino; con toda naturalidad me quedé a comer. Así,
en aniversarios melancólicos y vanamente eróticos, recibí gradualmente
confidencias de Carlos Argentino Daneri.
Beatriz era alta, frágil, muy ligeramente inclinada: había en su andar (si el
oximoron es tolerable) una como graciosa torpeza, un principio de éxtasis; Carlos
Argentino esrosado, considerable, canoso, de rasgos finos. Ejerce no sé qué
cargo subalterno en una biblioteca ilegible de los arrabales del Sur; es autoritario,
pero también es ineficaz; aprovechaba, hasta hace muy poco, las noches y las
fiestas para no salir de su casa. A dos generaciones de distancia, la ese italiana y
la copiosa gesticulación italiana sobreviven en él. Su actividad mental es continua,apasionada, versátil y del todo insignificante. Abunda en inservibles analogías y en
ociosos escrúpulos. Tiene (como Beatriz)grandes y afiladas manos hermosas.
Durante algunos meses padeció la obsesión de Paul Fort, menos por sus baladas
que por la idea de una gloria intachable. "Es el Príncipe de los poetas en Francia",
repetía con fatuidad. "En vano te revolverás contra él; no lo alcanzará,no, la más
inficionada de tus saetas."
El 30 de abril de 1941 me permití agregar al alfajor una botella de coñac del
país. Carlos Argentino lo probó, lo juzgó interesante y emprendió, al cabo de unas
copas, una vindicación del hombre moderno
- Lo evoco - dijo con una admiración algo inexplicable - en su gabinete de estudio,
como si dijéramos en la torre albarrana de una ciudad, provisto de...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • El aleph
  • El Aleph
  • El Aleph
  • aleph
  • El aleph
  • El aleph
  • El aleph
  • aleph

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS