Algo bien
Philippe Meirieu.Carta a un joven profesor.
Entre el amor a los alumnos y el amor al saber, no tenemos por qué elegir. Profesor de primaria y profesor de secundaria ¿una misma profesión?. Hayque superar la representación tradicional que pone en oposición a la enseñanza primaria y la secundaria. Por una parte, no hay monitores benévolos sin verdaderas competenciasdisciplinarias, y, por la otra, expertos especializados sin la preocupación de apoyar a las personas. En la escuela primaria igual que en el instituto, hay contenidos rigurosos que exigen un conocimiento profundo de lo que seenseña y de los mecanismos mentales que esto supone poner en marcha. Y de igual modo, tanto en el colegio y el instituto como en la escuela primaria, el dominio de los contenidos disciplinares, por muyperfecto que sea, no da automáticamente las claves de su transmisión. El profesor debe, a la vez, permitir a cada alumno abordar un saber que le sobrepasa, y proporcionarle la ayuda necesaria para quelo interiorice. Debe solicitar el compromiso de la persona y poner a su disposición los recursos sin los cuales no podrá obtener buenos resultados en su aprendizaje. La verdadera enseñanza adopta a lavez el carácter inquietante del encuentro con lo desconocido y el apoyo que aporta la tranquilidad necesaria. En cada aprendizaje el alumno se enfrenta a algo que lo supera. Algo que requiere, de suparte, un compromiso y una aceptación de riesgos que nadie puede asumir en su lugar. Aprender es nacer a otra cosa, descubrir mundos que hasta ahora desconocíamos. Aprender quiere decir ver como setambalean las propias certezas, sentirse desestabilizado y necesitar para no perderse o desalentarse, puntos de referencia estables que solamente puede proporcionar unprofesional de la enseñanza. Serprofesor es asumir a la vez la representación del saber y el seguimiento de su asimilación. Los obstáculos surgen en el encuentro entre el saber y los alumnos, cuando el profesor intenta hacer...
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