Alonso quijano y los indios
Hace casi exactamente 100 años, en su obra intitulada Vida de Don Quijote y Sancho, Miguel de Unamuno1 emprendió una tarea entre profética y literaria: se propuso, yendo a
contracorriente de los tiempos, re-encantar y remitificar la vida social de España, a la que percibía hundida en el pragmatismo másplano y opaco, en una sensatez hostil a todo vuelo metafísico, enemiga del mito, afirmadora a su manera de ese “desencantamiento” propio del mundo moderno descrito por Max Weber, en el repetidora Siglo de la del discurso y cientificista en el
iniciado
Luces
anquilosado
positivismo del siglo XIX. La presencia central en torno a la que Unamuno pretende construir esa re-mitificación delmundo hispánico es la
figura de Don Quijote y en especial el rasgo más distintivo de esa figura, su peculiar locura. Para Unamuno, la locura de Alonso Quijano, el bueno, no es un hecho psíquico que le viene de fuera a este personaje –de su organismo, del juego de sus humores-, sino una locura que, como la de Hamlet, “sigue un método” o resulta de su propia consistencia. La “pérdida del seso”, la“locura” le vienen a Alonso Quijano de su propia elección; él es quien decide convertirse en Don Quijote y lo hace siguiendo un procedimiento que es toda una estrategia: una estrategia de sobrevivencia. Alonso Quijano no soporta lo que los españoles de su época están haciendo de España, no comulga (como tampoco Shakespeare lo hizo con
1
En Ensayos, Aguilar 1951, t. II, p. 350.
1
laInglaterra que de
de
entonces) a
con
la
España sobre de
pragmática las
y
mercantil enterradas
comienza una edad
levantarse edad
ruinas
anterior,
la
afirmación
humana como hazaña desprotegida ante la muerte. Se resiste al surgimiento de esa España cuya santa patrona sería –según Unamunocordura su y propia realismo, sobrina, Antonia de Quijana, curas, dechadobarberos de y
manipuladora
bachilleres, enemiga de la poesía, la misma que, ya en el siglo XX, espantada ante la amenaza comunista, cobijará el pedido de auxilio al generalísimo Franco. Don Quijote, esto es, la locura de Alonso Quijano, es para Unamuno el
resultado de la resistencia de este hidalgo al enterramiento de la España heroica inspirada por el “sentimiento trágico de la vida”, laEspaña abierta al mundo y a la aventura. La “locura” de Alonso Quijano consiste en la construcción de una realidad imaginaria, diseñada según el mundo descrito y codificado por la literatura caballeresca; de lo que se trata, para él, es de poner allí en escena o de teatralizar el mundo real de su sobrina, del cura, del bachiller
Carrasco, el mundo de la realidad que le rodea y abruma, y cuyaesencia consiste, según Unamuno, en la anulación de la realidad profunda de España, que sería una realidad heroica y trágica. Si Alonso Quijano se embarca en esta
teatralización es porque la realidad de ese mundo realista le duele y le en es la insoportable, y porque sólo así, y
transfigurada
representación,
des-realizada
trascendida, puesta en escena como una realidad diferente, leresulta rescatable y vivible. No es para huír o escapar de la realidad, sino al contrario para “liberarla del encantamiento” que la vuelve
irreconocible y detestable, que Alonso Quijano se convierte
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en Don Quijote; no es para anularla sino para rehacerla y revivirla, para “desfacer el entuerto” que se le hace a toda hora cuando se la reduce a la realidad mortecina del entorno de AntoniaQuijana. La intención de esta ponencia es la de mostrar una singular homología que puede establecerse entre el comportamiento
ideado por Cervantes para su personaje Don Quijote, por un lado, y un comportamiento social todo menos que ficticio que se inicia en un cierto sector de la vida práctica en la América de comienzos del siglo XVII, por otro. La clave que permite reconocer esta...
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