Amapola

Noticia tomada del periódico Reforma
DANIELA REA, ENVIADA. REFORMA. TLAPA, Gro.- Desde que volvió, Maurilia perdió la voz. Pasa las mañanas en silencio, hincada junto al fogón, removiendo la leña, haciendo tortillas. A veces el sosiego se rompe por el llanto. Unos espasmos sacuden su pequeño cuerpo de 14 años y cubre su rostro con las manos llenas de masa. Maurilia perdió también el hambre y elsueño.
Así pasa los días desde que volvió a su casa, hace unos tres meses, cuando su papá y su hermano la sacaron del Cereso de Chilpancingo. Estuvo presa 21 días luego de que una mañana de noviembre 10 policías judiciales, vestidos con playera blanca y pantalones oscuros, entraron a su casa y encontraron semillas de amapola. Maurilia estaba sola. Su padre Santiago y su hermano Regino trabajaban latierra en la cañada. No alcanzaron a escuchar los gritos de Maurilia cuando los hombres armados con pistola entraron a la vivienda, la golpearon y la llevaron en una camioneta, sin entender ninguna de las amenazas que le escupían en español.
"Entraron a la casa y se llevaron a la niña. Los judiciales la golpearon y la llevaron a la cárcel", traduce las palabras. Según las autoridades fueron 3kilos de semilla lo que encontraron. Según los familiares apenas una jícara.
La única salida
Maurilia no habla español, tampoco sabe leer ni escribir. Creció sin zapatos en una casa de madera y cartón. En su vida lo único que ha hecho es trabajar la tierra y hacer tortillas. Su mamá murió hace poco más de un año.
"Se la llevó enfermedad. Ya no se levantaba de cama y le salía sangre de tanta tos",recuerda Santiago, un hombre cada vez más triste según los vecinos que lo conocen.
Santiago y Regino mantienen a la familia sembrando maíz. No son beneficiarios de Oportunidades ni de Procampo. "Aquí casi no hay trabajo, sólo queda sembrar maíz o frijol, y casi no crece, apenas para unas tortillas", lamenta Refino.
Por eso, explica, decidieron sembrar la amapola. Según les dijeron, les pagarían 20pesos por cada gramo de goma que sacaran de la planta, que en el mercado de las drogas llega a venderse al menos en 300 pesos.
La amapola llegó a La Montaña en los 70 y floreció en medio de la caída del precio del café y del arroz.
"Llegó como llegaron la cerveza y las armas, como han llegado todos los negocios de la economía criminal, para seguir esclavizando a los indígenas", indica Abel Barrera,director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña "Tlachinollan".
Las propias autoridades federales han reconocido que la amapola se convirtió en la única alternativa económica para muchas familias que viven en esta región. "No podemos tapar el sol con un dedo, en Michoacán y en Guerrero el narcotráfico ha impactado en el tejido social. Pero si quisiera que quedara claro: la actividad indígenaen el tema del narcotráfico está en la siembra y cosecha; no está en el tráfico, ni en la venta de droga", indicó hace un año Xavier Abreu, actual director de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).
Deuda y dudas
Los planes no salieron como la familia de Maurilia esperaba. Su detención los dejó endeudados ya que debieron conseguir 36 mil pesos para sacarla deprisión. Para juntarlos se deshicieron de la parcela, vendieron dos gallinas, se amontonaron en un cuartucho a vivir, pidieron apoyo al presidente municipal.
Datos de la CDI señalan que de los casi 9 mil indígenas presos, el 11 por ciento están por algún delito federal. Los delitos contra la salud, con 8 por ciento del total, ocupan el cuarto lugar en orden de importancia.
El 12 por ciento de losindígenas detenidos reincide. El 24 por ciento son analfabetas, como Maurilia.
Hoy, Santiago y Ramiro no saben cuál es la situación jurídica de la niña. Se inició un proceso en su contra y cada viernes debe firmar en la cabecera municipal, pero la familia no lo tiene claro. Lo único que saben es que la niña fue tratada como narcotraficante.
"Dijeron que se quedaba 7 años en la cárcel porque tenía...