Análisis De La Enciclíca Humanae Vitae

INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS PARA LA FAMILIA
MATERIA: ANTROPOLOGÍA SEXUAL
MAESTRA: LIC. CLAUDIA PITTALUGA
ALUMNA: YOLANDA PACHECO MARTINEZ

“Humana Vitae” ( “La vida Humana”) es una de las principales y más importantes encíclicas de Pablo VI publicada el 25 de julio de 1968. En está encíclica se reafirma el punto devista tradicional de la Iglesia Católica sobre el matrimonio, las relaciones conyugales y la condena permanente hacia el aborto y el control de la natalidad artificial.
La definición básica dice que el matrimonio es una relación permanente creada por Dios, la cual inician el hombre y la mujer en plena libertad. Además es una relación de amor y servicio, y es también un sacramento cristiano.
Enel amor conyugal, Dios desea que los cónyuges encuentren gozo y placer, esperanza y vida abundante, uno en otro y uno a través del otro, de modo que el marido y la mujer, sus hijos y cuantos los conocen puedan ser estrechados más profundamente en el abrazo de Dios.
“El matrimonio y el amor conyugal están ordenados, por su propia naturaleza, hacia la procreación y educación de los hijos “. Loshijos son en realidad el don supremo del matrimonio y contribuyen substancialmente al bienestar de los padres. Por eso los matrimonios deben de estar conscientes de que son por esto cooperadores con el amor de Dios el creador y son los intérpretes de este amor.

El matrimonio católico, exactamente como Jesús mismo, no tiene nada que ver con la escasez, sino con la abundancia. Notiene nada que ver con la esterilidad, sino más bien con la fecundidad, que brota del amor unitivo y procreador. El amor conyugal de los católicos implica siempre la posibilidad de nueva vida y, precisamente por esto, libera de la soledad y asegura el futuro.
Los esposos se completan mutuamente, es decir, cuando Dios une a un hombre y a una mujer en el matrimonio, crean, junto con él, una nuevatotalidad: una pertenencia tan real, tan concreta, que una nueva vida, un hijo, es su expresión natural y su sello. Esto es lo que quiere decir la Iglesia cuando enseña que el amor conyugal católico es, por su naturaleza, tanto unitivo como procreador, y no solo unitivo o procreador.
Todas está enseñanzas nos indican a los matrimonios el camino de amor duradero y la verdadera cultura de la vida.El don de la vida, que Dios Creador y Padre ha confiado al hombre, exige que este tome conciencia de su inestimable valor y lo acoja responsablemente.
La procreación humana presupone la colaboración responsable de los esposos con el amor fecundo de Dios; el don de la vida humana debe realizarse en el matrimonio mediante los actos específicos y exclusivos de los esposos, de acuerdo con lasleyes inscritas en sus personas y en su unión.
La regulación natural de la natalidad produce, ciertamente, numerosos y admirables beneficios. La mujer evita sustancias químicas o aparatos intrusos, y mantiene su ciclo natural. El marido participa en la regulación y en la responsabilidad que este método implica. Ambos logran un grado mayor de auto dominio y de respeto recíproco. Es verdad que laregulación natural de la natalidad implica sacrificios y abstinencia sexual periódica. Además, si se vive con generosidad y fervor, la regulación natural de la natalidad hace más profundo y rico el matrimonio, y promueve una mayor intimidad y una alegría más grande.

Por lo tanto aquellos que usan este don divino destruyendo su significado y su finalidad, contradicen a lanaturaleza del hombre y el plan de Dios y su voluntad. La vida humana es sagrada en donde Dios es el principio y el fin.
La anticoncepción no sólo niega esta fertilidad y atenta contra la procreación, sino que, al hacer esto, necesariamente daña también la unidad.
Las técnicas anticonceptivas, precisamente por su impacto sobre la intimidad sexual, han distorsionado nuestro modo de entender los...