Análisis: "El monje que vendió su ferrari"

EL MONJE QUE VENDIÓ SU FERRARI. Robin S. Sharma
Al empezar al leer el título me percaté de algo peculiar y era el subtítulo que decía: “una fábula espiritual” y aunque no estaba muy segura de su significado, decidí leerla con mucha atención.
No soy muy buena con eso de los comentarios al leer un libro, sin embargo, a lo largo de los trece capítulos, subrayé algunas frases que a mi parecer sonde suma importancia para mi vida personal.
Se derrumbó en mitad de una sala de tribunal, rodeado de los más sobresalientes abogados. Julián Mantle con una carrera extraordinaria llena de éxitos profesionales, retorciéndose en el suelo. Yo había conocido a Julián Mantle hacia 17 años; Julián lo tenía todo, era la joven estrella de bufete, el gran hechicero. “Estoy convencido de que este díasomos dueños de nuestro destino, que la tarea que se nos ha asignado no es superior a nuestras fuerzas; que sus acometidas no están por encima de lo que soy capaz de soportar. Mientras tengamos fe en nuestra causa y una indeclinable voluntad de vencer, la victoria estará a nuestro alcance.” (Winston Churchill).
Cuanto más tiempo pasaba con Julián, más me daba cuenta de que se estaba hundiendoprogresivamente. Y aunque lo tenía todo, aún no había encontrado lo que estaba buscando.
Después del ataque Julián decidió dejar el despacho e iniciar una vida nueva, para simplificarla y que necesitaba respuestas. “Cuando estés a las puertas de la muerte seguro que no desearás haber pasado más tiempo en la oficina”.
Después de un tiempo llegó una vista inesperada y misteriosa, y no era otro queJulián Mantle rejuvenecido y radiante.
Yo no salía de mi asombro. Julián me dijo que el mundo hipercompetitivo de la abogacía se había cobrado su precio, no solo física y emocionalmente, sino también en lo espiritual. La presión constante y el extenuante trabajo de una bogado de primera categoría habían destruido asimismo su más importante cualidad: el espíritu.
Con su aventura en occidenteempezó a sentirse nuevamente vivo, pronto recuperó su curiosidad innata y su chispa creativa, así como su entusiasmo y sus ganas de vivir. Y recupero algo más: la risa. Su temporada en la India la llamó “una odisea personal del yo”.
“La verdadera generosidad para con el futuro consiste en entregarlo todo al presente” (Albert Camus), y eso hice yo. No soy más que un hombre que ha encontrado su alma.Todo sucede por una razón. Todo suceso tiene un porqué y toda adversidad nos enseña una lección. He comprendido que el fracaso, sea personal, profesional o espiritual, es necesario para la expansión de la persona. Aporta un crecimiento interior y un sinfín de recompensas psíquicas. Nunca lamentes tu pasado. Acéptalo como el maestro que es.
Necesito construir una vida de plenitud. Sivanasignifica “oasis de esclarecimiento”. Julián se sintió uno con el entorno, esa clase de relación que dos viejos amigos pueden disfrutar después de muchos años de escuchar los mutuos pensamientos y reírse de los chistes. El mundo de cada uno de nosotros depende de las opciones que tomamos, y yo estaba seguro de que había tomado la correcta.
Mientras se adentraba más y más en aquel místico paraje,sus reflexiones sobre el pasado se vieron interrumpidas por las maravillas que veía. Julián miró a un viajero con curiosidad. El hombre tenía ojos de gato, tan penetrantes que Julián se vio obligado a desviar su vista. Debe ser uno de los grandes sabios de Sivana.
Julián me hablo de que había cambiado la riqueza del alma por una voluminosa cuenta bancaria y de la ilusoria gratificación de suestilo de vida “vive deprisa y muere joven”. Cuando hayas aprendido de las verdades eternas deberás regresar a tu país y hacer partícipes de és5ta sabiduría a cuantos la necesiten.
La gente buena está perdiendo el rumbo.
Todo el mundo en Sivana parecía feliz. Ninguno tenía arrugas ni canas, ninguno parecía viejo. Su intuición le decía que su sitio estaba allí, aunque fuera durante un corto...