antiguos viñedos

Si usted recorre el ahora llamado "Maule Valley", es decir, las serranías que surca y va haciendo fecundas el rio Maule, se va a encontrar con inabarcables extensiones de viñedosordenados con una perfección geométrica, sin una brizna de pasto en en su hileras, sin un árbol que perturbe su exacta simetría. Tampoco se topará con algún hombre, sino con velocescamionetas y máquinas prodigiosas que hacen su monótona labor en un paisaje más monótono aún. Son Las Grandes Viñas, que se propagan como un moho verde en valles y cerros dónde antescrecían los espinos, tralhuenes y se sentía el perfume del poleo. Pero querido amigo- y no deje de mirarlos- también encontrará, tímidamente arrinconados, pequeños viñedos de parras añosasy torcidas, con melgas no bien definidas donde crece el yuyo o la correhuela. Allí verá hombres de espaldas curvadas, caballos o viejos tractores trabajando desde el alba hasta que sepone el Sol.Son viñas que producen poco mosto, que tienen cincuenta o más años y que fueron plantadas por nuestros padres o abuelos; pero si acaso es invitado a cruzar el umbral de unaoscura y fría bodega no deje de probar esa copa rebosante de caldo tinto o blanco, porque ahí no hay más variedades que ofrecer. Se alejará de allí poseído por un dios.

Pues bien,Las Grandes Viñas han hecho este año -y siempre- bien sus cálculos y han concluido que es conveniente para sus intereses comprar a bajo precio la uva de esos pequeños viñateros y, sies necesario, exterminarlos para siempre. Es que ellos los desprecian y los sienten como una mancha peligrosa en su conciencia, porque desean el progreso permanente, la tecnificacióntotal del campo y crecimiento indefinido de sus ya vastos dominios. Ore, amigo, para que esto no suceda. Porque si no el dios del vino-el dios de la alegría- habrá muerto para siempre.