Aproximación cánovas a través de sus discursos

Aproximación a Cánovas, el artífice de la Restauración borbónica del s. XIX, a través de algunos de sus Discursos.

por J. A. Montiel

I. Presentación.

Cualquier aproximación a Cánovas constituye un difícil ejercicio en el que el exceso de biografías y su excesivo tono entre erudito y laudatorio, propicia que “el personaje” acabe por eclipsar la labor del político. Su auténtica aportaciónen el alumbramiento, ideológico y práctico, de un particular sistema político, clave en el proceso histórico de conformación nacional, desde la indiscutible fidelidad a la defensa de concretos intereses de clase.
La mitificación del personaje y la presentación de su proyecto político como la obra de una especie de titán, junto a la magnificación, con frecuencia políticamente interesada, delmismo régimen de la restauración, dificultan en este caso cualquier acercamiento analítico.
Aún así intentaremos una mínima aproximación a partir de la lectura comentada de dos de las ediciones de sus discursos.
La primera, preparada por Juan Bautista Solervicens y editada por Espasa-Calpe en 1941, es un claro ejemplo de todos los defectos a que antes nos referíamos, a los que se une una evidenteintención política de tender una especie de puente entre el pensamiento y la obra de Cánovas y la presentada por el franquismo como “España nueva”.
La segunda, editada por el Centro de Estudios Constitucionales en 1987, preparada por Diego López Garrido, un constitucionalista de sólida formación y de inspiración bien alejada de la ideología que Cánovas representa.

II. Antonio Cánovas delCastillo, semblanza biográfica.

Antonio Cánovas del Castillo nació en Málaga el 8 de febrero de 1828, hijo de Antonio Cánovas García, maestro nacido en Orihuela (Alicante), y de Juana del Castillo y Estébanez, hija de Juan José del Castillo, y prima hermana de Serafín Estébanez Calderón, el escritor.

Con tan sólo veintiún años (1849), siendo estudiante de tercero de derecho, empezó a colaborar enel periódico La patria, órgano de los puritanos, fundado por Joaquín Francisco Pacheco, reformista de concepción liberal conservadora[1].

Aún cuando Cánovas, con el tiempo, negase repetidamente su pertenencia al partido moderado, lo cierto es que su recorrido político fue bien cercano al de Pacheco y otros moderados que, tras la experiencia insurreccional de la Vicalvarada, se fusionaron en laUnión Liberal liderada por Leopoldo O’Donnell, en la que él quiso encontrar el embrión de un gran partido conservador

Mantuvo una inquietud intelectual permanente hacia la historia, dedicación esta última que no abandonó ni en los momentos álgidos de su vida política; escribió eruditos trabajos sobre los Austrias y la decadencia española, que le valieron el ingreso en la Academia de la Historia(1860).

También fue miembro de la Real Academia Española (1867), la de Ciencias Morales y Políticas (1871) y la de Bellas Artes de San Fernando (1887). Así como miembro del Ateneo de Madrid, que presidió en 1870-74, 1882-84 y 1888-89.

No obstante, López Garrido defiende que “Cánovas es más bien un hombre fascinado por la política que, hace política también cuando escribe libros de historia,de dudoso valor científico, dicho de sea de paso” (López Garrido, 1987: XXIII)

La mediación de O’Donnell le convirtió en Diputado por Málaga para las Constituyentes como premio por su intervención en la redacción del “Manifiesto de Manzanares” y su actividad conspiratoria desde 1849.

A la caída de O’Donnell fue designado Gobernador Civil de Cádiz. Ocupando seguidamente diversos puestos enla administración, Director General de Administración Local, Subsecretario de Gobernación, Ministro del mismo ramo (1864) y de Ultramar (1865-66) durante el reinado de Isabel II.
Su actitud ante la insurrección de los sargentos del Cuartel de artillería de San Gil (1866) dirigida, bajo los auspicios de los partidos progresista y democrático a derribar la monarquía de Reina Isabel II, le costó el...