Arquitectura Funcional PARTES
Introducción:
La arquitectura funcional, también llamada internacional o moderna, nace a fines del
siglo XIX y a principios del siglo XX. Se caracteriza por no utilizar ornamentación y
en la mayoría de las obras prescindir del muro como una estructura. Este modelo de
arquitectura, rechaza todo aquello que no tiene una determinada función. Se destaca que este tipo de arquitectura incorpora nuevos materiales como el hierro, el vidrio, el
cemento y el hormigón armado. Gracias a la incorporación de nuevos materiales se
pueden crear nuevas formas y volúmenes que se caracterizan por buscar la pureza
de la línea. Uno de los elementos más característicos de este tipo de arquitectura es que en gran parte de las edificaciones, el muro, con la incorporación de pilares,
pierde su carácter estructural. Esto permite que en el interior exista una planta libre,
y que los muros perimetrales sean remplazados por grandes ventanales. En cuanto
a la decoración se tiende a formas más sobrias y abstractas, los muebles se funden
con los muros y las luces indirectas reemplazan a las aparatosas lámparas de cristal. La aparición de este tipo de arquitectura se debe a distintos factores económicos y
sociales que ocurrieron en Europa occidental y EE.UU. en esa época. En primer
lugar, la industrialización comenzó a crear la necesidad de nuevos tipos de
edificaciones con usos hasta entonces desconocidos, entre ellos edificios de
oficinas, de apartamentos y fabricas mucho más grandes, capaces de albergar las
nuevas máquinas y una gran cantidad de obreros. En segundo lugar, los enormes avances científicos y técnicos permitieron grandes progresos en el ámbito de los
materiales de construcción, se destacar la invención del hormigón armado y los
grandes progresos en las aleaciones de acero. Todo esto produce nuevas
posibilidades estructurales que harían realidad edificios más altos, más resistentes y
más espaciosos. Este estilo y movimiento arquitectónico fue impulsado por un selecto grupo de arquitectos, entre los que destacan: Walter Gropius, Ludwig Mies
van der Rohe y Le Corbusier.
Los cinco puntos de una nueva arquitectura
En
1926
Le Corbusier presenta un documento donde expone en forma sistemática
sus ideas arquitectónicas: los llamados “cinco puntos de una nueva
arquitectura” representan una importante innovación conceptual para la época, aprovechando las nuevas
tecnologías
constructivas, derivadas especialmente del
uso del
hormigón armado
:
1. La planta baja sobre pilotes
: para Le Corbusier, la planta baja de la
2.
3.
4.
5.
vivienda, al igual que la calle, pertenecía al automóvil, ya sea para circulación
o aparcamiento, por este motivo la vivienda se elevaba sobre pilotes para permitir el movimiento de los vehículos.
La
planta libre
: a partir de la estructura independiente, aprovechando la
tecnología del hormigón armado genera una estructura de pilares en la que
apoyan losas, de esta forma el arquitecto decide dónde poner los
cerramientos, siendo independientes de un nivel al otro.
La fachada libre
: el corolario del plano libre en el plano vertical. La
estructura se retrasa respecto de la
fachada, liberando a ésta de su función
estructural y permitiendo libertad en su composición independientemente de
la estructura.
La ventana alargada
: por el mismo motivo del punto anterior, también los
muros exteriores se liberan, y las ventanas pueden abarcar todo el ancho de
la construcción, mejorando la relación con el exterior y permitiendo un mejor
asoleamiento de los espacios interiores. La terrazajardín
: para Le Corbusier la superficie ocupada a la naturaleza
por la vivienda debía de ser devuelta en forma de jardín en la cubierta del
edificio, convirtiendo el espacio sobre la vivienda en un ámbito aprovechable
para el esparcimiento, que además permitía mantener condiciones de
aislamiento térmico sobre las nuevas losas de hormigón.
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