arquitectura

Resumen.

En este ensayo se analizan una serie de textos relacionados con el pensamiento y quehacer docentes de José Villagrán García desde una perspectiva crítica y de pertinencia en el momento histórico actual. De igual manera, se propone eliminar dos de los elementos que a criterio del autor se han convertido en obstáculos para entender la importancia y vigencia contemporáneas de laescuela de pensamiento del maestro Villagrán: La belleza y la doctrina.
Por último se sintetiza el cuerpo teórico principal como un proceso de diseño más que un corpus doctrinario y la importancia de la revaloración y actualización de este proceso para garantizar la vigencia de la teoría, que no de la doctrina.

Introducción.

Nada fácil es el reto de sondear el pensamiento de un hombre como JoséVillagrán García. Pero el momento más que simbólico es estratégico. El inicio de un nuevo Siglo trae consigo más que buenos deseos, expectativas y la insuperable ocasión de volver por un momento la vista atrás y recapitular. El desarrollo de la arquitectura en México ha pasado por diferentes estadios todos significativos, todos importantes en el mapa que ayudo a configurar el rostro de nuestraprofesión, algunos dirían oficio. No obstante y como sucede en la mayoría de las circunstancias de la vida la preeminencia de ser el primero, el pionero, deja una huella indeleble y una responsabilidad abrumadora; en lo tocante al desarrollo del pensamiento teórico moderno de la arquitectura mexicana, José Villagrán tuvo a bien tomar la decisión nada fácil – y lo se por experiencia propia – desumergirse en el complicado mundo de la dialéctica teórica.
Con tan solo 26 años y tres de experiencia docente, Villagrán evoluciona de una manera extraordinariamente rápida de un cúmulo de ideas “prestadas” de tratadistas europeos y experiencias nacionales hacia un corpus definido y acorde a las circunstancias de los requerimientos espaciales del México posrevolucionario. Comencemos pues, con unabrevísima semblanza de la visión profesional y sus introspecciones como docente y como estas ayudaron a configurar la base teórica de la escuela mexicana de arquitectura.






Villagrán: un hombre en su tiempo.

El parte aguas históricas que de manera violenta se gesta con el movimiento revolucionario de 1910, termina con la época de los excesos manieristas del eclecticismo historicistapropios del régimen porfirista. Con el postrer advenimiento de la Constitución de 1917 viene también la necesidad de alcanzar los ideales que dieron sustento ideológico a la lucha armada. De entre los más destacables, la creación del Estado Benefactor promueve la creación de instituciones de salud, educación y vivienda públicas. Con todo, el gran proyecto posrevolucionario se enfrenta ante ladisyuntiva de responder a la modernidad emergente – literalmente en todos los ámbitos del saber y quehacer humanos – y promover al tiempo los ancestrales valores del pasado de México en su proceso de gestación como nación.
Tal labor se antojaba menos que imposible; y en la disciplina arquitectónica no se vislumbraba una tarea así mismo menos portentosa. La materialización del ambicioso objetivo no seiniciaría sino hasta la segunda mitad de los 1920´s, con la ayuda del arquitecto José Villagrán García (1901-1981); egresado de la Academia de San Carlos, quien desde muy joven establece contacto intelectual con las vanguardias europeas y personifica a la generación del cambio. “Es decir, debía replantearse su teoría – de la arquitectura – y, con ella, la doctrina que en consignas fácilmenteasimilables expandiera las ideas reguladoras centrales” [1]. Y la consigna no era otra cosa que la conformación de una identidad arquitectónica puramente mexicana, proyecto ya intentado por los arquitectos de la academia finisecular. Villagrán, uno de los principales artífices ideológicos de la EMA, se comienza su carrera docente con la cátedra de Elementos de Composición en 1924 e imparte por vez...